Gobiernos de Leonel Fernández: malos, muy malos

Ultima Actualización: jueves, 16 de agosto de 2012. Por: Enrique Rivera

La herencia que deja Leonel Fernández, evidentemente es negativa, para las grandes mayorías y de privilegios y bienestar para unos pocos, teniendo mucho más desigualdad y exclusión social.

La percepción de las grandes mayorías del pueblo dominicano al pasarle balance a la gestión de 12 años de gobiernos de Leonel Fernández y el PLD, es negativa, por cuanto la mayoría de la gente no ha tenido el progreso ni el bienestar económico, social, político, moral, institucional y de  calidad de vida que ha debido tener con tantos recursos económicos recibidos en préstamos,  (25 mil millones de dólares),  como otras millonarias sumas en impuestos,  que a través de Reformas Fiscales y un Congreso genuflexo al Poder Político que él representaba, logró conseguir sus aprobaciones, dejando un Estado comprometido hasta los tuétanos en nuestra soberanía, con pagos onerosos a la deuda externa e interna, que mantendrá una camisa de fuerza a este nuevo gobierno que se inicia.
 
Por más que Leonel Fernández y sus plumíferos quieran seguir pintándole  pajaritos en el aire  a la población para engañarlos, con su maquinaria de propaganda periodística que le ha costado al país más de 48 mil millones  de pesos, en estos últimos 8 años, queriendo presentar que vivimos en “un paraíso”.   Mientras la dura realidad que está viviendo el pueblo dominicano es de graves dificultades económicas para comer, para conseguir empleo, para solventar las alzas de los productos de primera necesidad, de la electricidad y sus apagones,  de la escolaridad, de las medicinas, el gas,  los combustibles y la terrible inseguridad ciudadana que hemos venido padeciendo en estos gobiernos de Leonel Fernández.
 
Grandes déficits económicos dejados por el uso y dilapidación de los recursos del estado para imponerse y ganar las elecciones y un cuadro de un grupo de beneficiados y otro grupo de pobres y clase media baja que cada día se hace más pobre, es el cuadro que recibe Danilo Medina en su ascenso al poder.
 
Unido a esta realidad que viven   las  grandes  mayoría de los dominicanos, está la quiebra que padecen los sectores productivos agropecuarios y de la agricultura, productores de pollo, huevos, leche, cerdo, carne, arroceros, habichuelas, maiz, guineos, plátanos, etc., liquidados por la pobre ayuda técnica y financiamiento del gobierno al dedicarse a  implementar sus políticas de más importaciones y menos atención a los productores nacionales.
 
Se agrega a este panorama el alto desempleo por la falta de políticas protectoras del gobierno  en   las quiebras de las Zonas Francas textiles,   los Ingenios azucareros estatales  y  la privatización de las empresas públicas, donde se han perdido más de 200  mil empleos directos y  500  mil indirectos, como otro alto número en  la baja del Turismo.
 
La herencia que deja Leonel Fernández, evidentemente es negativa, para las grandes mayorías y de privilegios y bienestar para unos pocos, teniendo  mucho más desigualdad y exclusión social.
 
 Leonel Fernández  no ha podido resolver  la problemática de la Electricidad  con sus apagones  y  falta de competitividad; el progresivo deterioro de la inseguridad ciudadana; aplicar el 4% para la Educación; mientras permitía los innumerables casos de corrupción, dejando situar al país como uno de los tres países mas corruptos del mundo; las nuevas fórmulas de ganar elecciones usando progresivamente los fondos públicos en forma abierta y descarada para comprar conciencia, voluntades y votos  junto a sus partidos aliados y luego que el pueblo pague mediante nuevas Reformas Fiscales para conjurar los déficits; la concentración de todos los poderes y las Altas Cortes para aplastar a los opositores y erigirse con el control absoluto, sin importar la preservación de la democracia y el ejercicio plural de los derechos ciudadanos y de las organizaciones políticas. 
 
Ciertamente, Leonel Fernández ha creado una maquinaria de dictadura constitucional, por lo que se atreve a decir que ha dejado las bases para que el PLD se quede 20 o 30 años más gobernando el país. Olvidan que Trujillo y otros, también quería eternizarse en el poder desconociendo la democracia.  Pero  el dicho popular dice “una cosa piensa el burro y otra quien lo apareja”.