La concentración de poder que ha venido creando el PLD para mantener el continuismo de Leonel Fernández en el poder, se demuestra cada vez más en los procesos electorales, con el uso brutal y descarado de los recursos del Estado, en todos los ministerios, direcciones generales, ayuntamientos etc, los enormes y cuantiosos déficits económicos que se generan después de cada proceso electoral y que la población tiene que pagar con reformas fiscales, el crédito público e internacional, la manipulación abierta de la mayoría de los medios de comunicación, la mediatización de otros; la compra de periodistas y dirigentes políticos como el conjunto de aliados en los partidos bajo el redil del PLD que obtienen votación bajo la compra descarada del voto, tal como se demostró con el PRSC que pagaban hasta 4 mil pesos por cada voto y la APD que ahora no fue aliado al PLD, apenas sacó unos cinco mil votos, diferente a los procesos anteriores que llegó a sacar más de noventa mil votos por la compra que aplica el PLD para sus aliados.
Con la Junta Central Electoral, el Tribunal Superior Electoral y el Tribunal Constitucional abiertamente parcializados, tal como lo demostraron los casos de los partidos que habían concertado alianza con el PRD y le impidieron esas alianzas, mientras al PLD no le pusieron trabas para sus aliados, la no intervención de la (JCE) en no castigar el uso de los recursos del Estado, la imposición de técnicos evidenciados en la parcialidad, la implementación de métodos arbitrarios y anti democráticos, como los boletines manipulados desde el principio hasta el fin 51. % y 47. %
Hemos vuelto con el PLD en el gobierno a las épocas del robo y “el matadero electoral,” con multiplicidad de engaños y con diferentes métodos, monopolizando todas las decisiones electorales, al margen de la legislación y el espíritu democrático que deben sustentar los procesos electorales libres y transparentes, lo que deberá obligar a un cambio profundo y radical de una Ley Orgánica Electoral mucho más justa y equilibrada, con garantías electorales, para que no zozobre el sentimiento de participación electoral de la gente y del sistema de partido de la República Dominicana.
Ya es imposible seguir permitiendo los robos electorales para mantenerse en el poder, con una corte de adulones y corruptos, hay que evita que pueda explotar la caldera, como estuvo a punto de explotar en 1994, que originó nuevas elecciones, al demostrarse los fraudes, las trampas y robos que se hacían con un Padrón electoral en las mesas excluyendo en promedio 30 personas por colegio identificadas del PRD y otro Padrón correcto entregado a los Partidos Políticos. Ahora el PLD tiene en práctica nuevas modalidades, entre ellas, el amplio uso abusivo de los recursos del Estado y comprando votos para sus aliados, para engañar en las elecciones y mantenerse en el poder.
Mientras muchos lo tratan de presentar como algo normal y otros están haciendo culto a esas prácticas anti democráticas y fomentadoras de más corrupción y degradación de la sociedad dominicana, forjadas por Leonel Fernández y el PLD.
Evitemos caer en la quiebra de la democracia en nuestro país. Luchemos por más democracia.