A PROPÓSITO DE LOS PUERTOPLATEÑOS EN NY

Ultima Actualización: miércoles, 01 de agosto de 2012. Por: José Escaño

Puerto Plata nació y creció otra vez después de aquel gran incendio hace más de cien años. Surgió como una nueva ciudad para ser ejemplo de los dominicanos.

Cuando hace  más de 35  años hicimos los primeros intentos exitosos para poner a circular vía correos postal de  Estados Unidos y de persona a persona las ediciones bimensuales del periódico El Faro, Jesús Burgos, un inquieto emigrante de la tierra de Gregorio Luperón, deba los primeros pasos en busca de una carrera y un buen trabajo en la gran nación del "sueño americano". No obstante las incomodidades por la distancia y la realización de un viaje a Estados Unidos, los contactos fueron un éxito.
 
Más tarde, casi veinte años después, Burgos fue el puente para reunir a un grupo de puertoplateños que apoyaron la puesta en circulación de nuestro periódico "La Prensa de Puerto Plata" y el libro "Figuras Puertoplateñas", de la autoría del doctor Juan Ventura. El encuentro fue en un basement (sótano o parte más baja) de una casa del Alto Manhattan.
 
Pero seguros estamos que Burgos nunca pensó, y mucho menos nosotros, que la idea de aglutinar, reunir o convocar gente en una sociedad tan compleja como la americana, iba a dar resultados positivos tantos años después.
 
En esos años, alrededor de las décadas 1970-80 los otros Burgos (Arturo, Reyes, Gelo), Wells, Del Rosario, los Lahoz y otros humildes puertoplateños emigrantes, ya se reunían de vez en cuando en otro viejo edificio de Manhattan buscando unificar deportiva y socialmente a los compatriotas de este lado de los Estados Unidos. Realmente esos fueron los primeros pasos para que los puertoplateños nos viéramos la cara o estrecháramos las manos fuera de nuestro Puerto Plata, olvidando por un día o algunas horas la dura faena de obrero  de factorías y cualquier otra dura tarea laboral de este lado del río.
 
 Pero Jesús Burgos no descansaba en su afán y su lucha lo llevó a entusiasmar a otros nativos hasta lograr el primer Encuentro de Puertoplateños en New York. Y con un equipo de trabajo, sin importar distancia, clima y tropiezos económicos, vinieron los encuentros al aire libre con planes, ideas, sugerencias...
 
Cuando los puertoplateños se reúnan una vez más en Randall Island Park  este fin de semana, obligatoriamente hay que pasar balance a más de siete años de encuentros entre los emigrantes de la pequeña patria de Luperón.
 
Puerto Plata nació y creció otra vez después de aquel gran incendio hace más de cien años. Surgió como una nueva ciudad para ser ejemplo de los dominicanos.
 
Después de una trayectoria brillante, pariendo grandes hombres, en las artes, letras, cultura, el canto y la música, nuestro pueblo se ha venido abajo. Tenemos una región con el turismo estancado, sin modo de vida productiva-sostenible y un crecimiento de la delincuencia y deterioro de los servicios básicos.
 
Por qué este Encuentro de los Puertoplateños no se dedica al tema del turismo en Puerto Plata, y se incluye un seminario de un día entero con autoridades y personas influyentes, de donde se produzca un proyecto-propuesta contundente que se ponga en práctica de inmediato en combinación con un plan de "emergencia turística", que rediseñe todo lo que ha planificado la Secretaría de Turismo?
 
El Comité Organizador de estos Encuentros debe dejar sentir su fuerza de convocatoria y así como la idea anterior, debiera aceptar otras y ponerlas en práctica de una vez; pero que vayan en una dirección que beneficie directamente a la comunidad puertoplateña, con obras duraderas, imperecederas.
 
Por ejemplo, con cinco dólares que aporte cada asistente a este próximo Encuentro (cambiados a pesos)  sería el dinero suficiente como para iniciar la base de construcción de una escuela, una clínica o un campo para beisbol de pequeñas ligas, que a su terminación- no importe que sea el próximo año- diga con un gran letrero al frente: "Obsequio de los puertoplateños en New York".
 
Ese sería el mejor reconocimiento y premio a labor encomiable  de Jesús Burgos y su gran equipo de trabajo en la ciudad de New York y otros condados de los Estados Unidos.
 
 Dedicatoria: Con respeto y consideración a nuestro amigo  Jesús (Manny) Burgos).