El informe actualizado del ministerio de salud de nuestro país, reporta que hay una ocupación de cerca del 25% de las camas regulares de aislamiento covid, mientras que las camas de Cuidados Intensivos están ocupadas en más del 52%; es decir, más del doble.
Esta disparidad, no vista antes en el pais, nos obliga a concluir que, aunque hay una ocupación global baja, el impacto mayor se genera porque LOS ENFERMOS ESTÁN LLEGANDO A LOS HOSPITALES EN PEORES CONDICIONES QUE ANTES.
Para los que estamos fuertemente involucrados en la atención integral del Covid-19, esto tiene un significado muy claro: LOS ENFERMOS ESTÁN LLEGANDO MUY TARDE A LOS SERVICIOS DE EMERGENCIA SIN ATENCIÓN ALGUNA, o que el sistema de salud está fallando en el manejo temprano de la enfermedad.
Ante la eventualidad de un posible nuevo brote de la enfermedad, sea con el mismo virus o con una variante que haya mutado sensiblemente, esta situación merece un análisis técnico profundo y sincero, que nos permita llegar a un protocolo nacional de intervención temprana de los enfermos, en la etapa donde el proceso infeccioso viral está intenso, y es muy predominante.
La investigación nacional e internacional ha parido muchos estudios, en diferentes modelos, que soportan la bondad y seguridad de esta teoría de la atención temprana, orgullosamente diseñada por primera vez en nuestro país.
Insisto que ha llegado el momento de su aplicación generalizada, pero bajo protocolos establecidos y actualizados por un consejo de médicos expertos, bajo el liderazgo del ministerio, con dosis bién definidas, que eviten los esquemas de dosis inferiores a las ya probadas debidamente por los estudios actualizados.
En lo que llegan las vacunas, se apliquen y muestren su verdadera capacidad de generar inmunidad, el reto sigue siendo EL TRATAMIENTO TEMPRANO Y CORRECTO DEL COVID-19.