Igual que Ginette, aún a muy temprana edad, fui testigo de excepción del profundo cariño y preferencia del presidente Balaguer por el desarrollo global de Puerto Plata como destino turístico.
La mayoría de las grandes y múltiples obras que se hicieron en ese período difícil de la post-guerra civil, del 1966 al 1978, siguen siendo la base fundamental de nuestra economía. Nada nuevo se ha hecho con posteridad que las desmerite.
Podemos decir que eso no es una razón válida para reconocerlo históricamente, porque el hizo "lo que tenia que hacer" como presidente, con los recursos públicos; ... y es cierto.
Pero, la gran diferencia fue que la mayoría de esas obras fueron ideadas o mejoradas en su concepción por el propio Balaguer.
Nunca olvido los comentarios de los munícipes comisionados para lograr algunas de esas obras, muchos de ellos declarados opositores del presidente, jóvenes aún, provenientes de "líneas de izquierda", comentar como TODO LO QUE PEDÍAN SE LES APROBABA, CON MODIFICACIONES GRANDIOSAS PARA ESA ÉPOCA, ordenadas por el propio presidente. El teleférico fue idea y sueño de Balaguer, probablemente influenciado por su historia diplomática internacionalista.
Los puertoplateños que ya peinamos canas sabemos de esto; y lo sabe muy bién nuestra Senadora.
Apoyo abiertamente la nominación de Joaquin Balaguer para el teleférico.
No es justo que en la provincia de Puerto Plata ninguna obra lleve su nombre.