Al sobrepasar ya el primer año de la pandemia de Covid-19, con varios brotes reconocidos en muchos países del mundo, podemos llegar a conclusiones de valor en las estrategias de prevención y manejo.
No queda duda razonable de que el contagio ya es horizontal por la extendida transmisión comunitaria existente en casi todo el mundo. Es casi imposible saber "de donde y por quién te puedes contagiar"; en cualquier lugar o de cualquier persona puedes recibir la carga del virus que te enferme.
Eso nos lleva a definir y priorizar bién las acciones, de forma tal que lo que hagamos sea realmente efectivo, y no se convierta en una FALSA SEGURIDAD que pueda llevarlo a despreciar las medidas de valor.
Sigue siendo el distanciamiento personal y comunitario, junto al uso correcto de la mascarilla, la piedra angular de la profilaxis. Si logramos hacer esto TODO EL TIEMPO tendremos una protección de más de un 60% en el riesgo se ser infectado. Mejorando muchísimo más si las reuniones se hacen en un entorno abierto, bien ventilado.
Si agregamos el lavado de manos frecuente con jabón normal y abundante agua, la prevención alcanza más de un 80%; algo que es muy aceptable y recomendado.
Las vacunas vienen a ser el elemento nodal en la ecuación. Nadie debe dejar de vacunarse, con el producto que primero encuentre. Pero vamos a necesitar muchos meses, y quizás años, para lograr una cobertura de vacunación por encima de la necesaria para lograr la inmunidad de rebaño tan deseada. Por eso necesitamos seguir cuidandonos.
Entre las medidas impropias y muy poco efectivas está la tan socorrida TOMA DE TEMPERATURA DIGITAL a la entrada de espacios concurridos, usando equipos muy poco sensibles. Esto NO TIENE FUNDAMENTO ALGUNO, porque es prácticamente imposible lograr captar una persona febril con estas técnicas. He preguntado a varios bancos y supermercados, nunca han detectado un paciente febril. Ocurre igual a la entrada de clínicas, hospitales, aeropuertos, etc. Lo peor de esto es el sentimiento de falsa seguridad que genera al ciudadano, llevándolo muchas veces a descuidarse en las medidas de protección.
Enfoquemonos en las mascarillas, el distanciamiento y el lavado de manos. Evitemos al máximo las reuniones en espacios cerrados, con aire acondicionado.
No perdamos el tiempo midiendo la temperatura