En aqullos años, hace poco más de un siglo, las sardinas eran el único producto del mar que se enlataba; pero debido a un descenso en el número de capturas durante la temporada, un empresario del sur de California, de nombre Albert P. Halfhill, decidió usar las latas sobrantes para empacar albacora, una variedad de atún, que entonces era considerado un producto de poco valor comercial.
Ante el sorpresivo éxito de los consumidores, poco a poco el atún sustituyó a la sardina en las preferencias, y para 1913 ya exitían en la zona nueve plantas decididas al enlatado de atún, con una producción de 115,000 latas anuales.
La demanda del producto por parte del ejército de Estados unidos durante la Primera Guerra Mundial fue otro factos que fomentó su popularidad.