La ineptitud, dejadez e indecisión de las autoridades correspondientes y la falta de consecuencias entre otras razones son las que mantienen el ruido infernal que sufrimos desde hace tiempo buena parte de quienes residimos en la ciudad.
¿Cuántos medidores de decibeles tenemos en nuestro municipio? ¿Cuántos inspectores o técnicos que sepan manejarlos?
Ley 287 Sobre Prevención, Supresión y Limitación de Ruidos Nocivos y Molestos que producen Contaminación en su Art.7.señala “ Los vehículos de tracción mecánica deberán tener en buenas condiciones de funcionamiento el motor, la transmisión y la carrocería que sean capaces de producir ruidos y especialmente el dispositivo silenciador de los gases de escape, con el fin de que el nivel de presión sonora emitido por motocicletas, automóviles y vehículos de transporte en general, no exceda los límites establecidos”.
La Ley 64-00 Sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales en su Art. 115 dice lo siguiente “Se prohíbe la emisión de ruidos producidos por la falta de silenciador de escape o su funcionamiento defectuoso, de plantas eléctricas, vehículos de motor, así como el uso en vehículos particulares de sirenas o bocinas, que en razón de su utilidad corresponden a los servicios policiales, de ambulancias, de carros de bomberos o de embarcaciones marítimas”
Tenemos entonces, que hay leyes.
Alternativas:
1-Revisar bien si esas leyes están vigentes, no sea que se cometa alguna injusticia.
2-Entrenamiento constante agentes de Policía Municipal y Policía Nacional, AMET e inspectores de Medio Ambiente, COBA y todo el que tenga que ver con hacer cumplir la Ley.
3-Las consecuencias o sanciones que dicen las leyes aplicarlas sin miramientos.
4-Realizar campañas permanentes de educación ciudadana sobre el ruido y sus consecuencias en Sindicatos de Choferes, Asociación y Federaciones de Motoristas, Juntas de Vecinos, Asociación de Iglesias y de Pastores y en Escuelas y Colegios, dueños de Colmadones, Bares y Cafeterías…para que no aleguen ignorancia.
5-Iniciar ya. Mientras más dejadez se muestre, más crece y complicado se torna el problema.
Gracias por estar atentos a esta serie de, La Puerto Plata que Queremos.
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