Este tema, lo hemos tratado en privado con algunos amigos periodistas y comunicadores, que consideramos, le duele este gobierno y tratamos de hacer lo mejor para su permanencia en el poder, sin ser arribistas, oportunistas, aprovechados, sinvergüenzas, lambones y cualquier otro título acorde.
Tal vez estemos equivocados. No lo pensaría dos veces para admitirlo, si alguien con franqueza y sinceridad, lo trata abiertamente.
Creemos, que hay ciertamente, un apagón comunicacional en las esferas del gobierno. Por ignorancia, por desidia, por enojo, pero existe.
No es posible, que ante informaciones positivas, de crecimiento, de comportamiento honesto, de cómo se manejan las finanzas públicas, el empleo de los préstamos, el establecimiento de coparticipación del sector empresarial con el gobierno, de los testimonios y referencias de organismos internacionales sobre el correcto manejo del turismo, la salud, las finanzas, contra la corrupción, por solo citar estos temas, no haya –seguimos pensando- un aluvión de comentarios positivos a los mismos, en nuestros programas, redes sociales, artículos y llamadas a programas de radio y televisión.
Existe como una anomia o dejadez, que da lugar innecesariamente a eso que algunos suelen llamar “apagón comunicacional”, de parte de quienes estamos llamados a velar y difundir, el buen comportamiento del gobierno.
Puede ser -repito- puede ser, que exista un descontento por el otorgamiento de publicidad a comunicadores que adversaron públicamente al PRM en desmedro de aquellos que “se la jugaron responsablemente” a favor de la candidatura del Presidente Abinader, legisladores y Alcaldes.
Muchos, que no son capaces, ni tienen la entereza de dar un simple “me gusta”, a una información súper positiva sobre el gobierno que salga publicada en algún medio de comunicación impreso o digital, blog, perfil o muro, en las llamadas redes sociales.
Un simple ejemplo es, revisar sus muros, y notar, qué tipo de informaciones tienen publicadas. ¿Pueden ser totalmente confiables?
Comunicadores, que quieren jugar todas las bases, olvidan que “no se puede perseguir dos conejos, porque no alcanzarás a ninguno”. A la luz de la jerga en nuestros barrios, decimos se quiere estar con Dios y con el Diablo, y eso no es posible.
Toca a los encargados, voceros, directores o mediadores del gobierno central, tratar de corregir, ayudar en la situación planteada.
Si todo marcha bien, y el área se encuentra iluminada, el ciego y el negativo, soy yo.
No tendremos gobiernos perfectos. Las situaciones negativas, dejemos que las diga el opositor. Si realmente no hay hipocresía, seamos lo suficientemente diligentes, astutos, sabios, intrépidos, responsables y decididos, para hacer públicas y respaldar las acciones buenas del gobierno. Son más, las luces que las sombras.