El uso incorrecto a sabiendas, para dañar reputaciones, es cada vez más empleado en nuestro país sobre todo, por medio de las redes sociales, donde su principal zona de batalla tiene que ver con las acciones políticas partidarias.
Otros campos suelen ser, ejecutorias del gobierno de turno en sus diferentes ministerios, candidaturas políticas, y hasta en asuntos familiares.
No es la primera vez, que nos referimos a este tema. Para muchos, insignificante, sin trascendencia, banal, pequeñez y cualquier otro calificativo semejante.
Si no se da un escarmiento, si dentro de lo que mandan las leyes, no hay consecuencias, seguiremos leyendo sobre esos casos.
Este mismo fin de semana leemos en varios medios nacionales digitales e impresos (El Día, El Caribe, Hoy, Al Momento, Listín Diario, El Nacional) entre otros, acerca de una supuesta reunión sostenida entre dirigentes del PRM y la JCE, la que ha sido calificada de “bulo, desinformación, falsedad con interés de hacer daño a la democracia”.
Hasta ahí, todo bien. ¿De dónde sale esa información? ¿Quién la hace pública o da a conocer por vez primera en las redes? ¿Se sabe? ¿Quién o cuales o son los organismos de inteligencia que deben realizar esas investigaciones?
Tanto el presidente de la Junta Central Electoral Román Jáquez, como el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo Antoliano Peralta Romero, se han referido al caso. ¿Y?
Hoy son esos casos y otros que han causado preocupación. Mañana podría ser uno, que le toque a usted directamente.
Detengan el “monstruo” a tiempo.