En esta actividad se puso de manifiesto los rasgos históricos, el amor por las artes, la cultura y las tradiciones que engalan a la República Dominicana.

En este desfile de la Hispanidad participaron representantes de diferentes delegaciones de países de América que residen en los Estados Unidos.

La calle 44 con Quinta Avenida sirvió como punto de encuentro de decenas de dominicanos que fueron  invitados a participar en esta importante actividad histórica por el Centro Cívico Cultural Dominicano, Washington Heights Multicultural Center, Centro Cultural Ballet Quisqueya y el Consulado dominicano en New York.

En una vistosa carroza se juntaron figuras histórica del folclor dominicano:  la marchanta con su traje multicolor, el compai, pregoneros y venduteros, constituyendo una simpática representación de la vida campesina, que atrajo la atención de transeúntes y participantes en la caminata.

A ellos se unieron los diablos cojuelos, lechones y otros personajes típicos del carnaval dominicano, incluso por consiguiente no pudo faltar el pimentoso merengue, la bachata y otros ritmos propios de la música y el folclor de la República Dominicana.

El cónsul general, licenciado Rafael Evans, acompañó al jefe de la Policía de Nueva York, a oficiales electos y los directivos de las entidades organizadoras del tradicional desfile, durante el recorrido que abarcó el trayecto entre las calles 44 y 68 de la Quinta Avenida.

Frente a la catedral de San Patricio, este desfile se detuvo para saludar el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, quien felicitó a los países participantes este desfile de la Hispanidad.

Cientos de personas esperaron a ambos lados de la avenida para apreciar el colorido, dinamismo y la belleza de esta exposición del legado histórico y cultural de la América de habla hispana.

El desfile de la Hispanidad hace honor al acontecimiento histórico del descubrimiento de América, realizado por el almirante genovés Cristóbal Colón o el encuentro de dos continentes: “europeo y el americano”.

La presencia criolla sobresalió en este desfile por la belleza y esplendor de su carroza, lo cual coronó con el éxito el arduo trabajo realizado por el consulado dominicano y las demás organizaciones coordinadoras.

Pintorescos personajes de una multiplicidad de naciones, ataviados con trajes a la usanza de la época colonial, alegría desbordante, delirio colectivo, detuvieron el agitado movimiento de la Quinta Avenida, uno de los principales centros comerciales de Manhattan.

La estridente música era como una incitación al gozo colectivo de un público expectante en la Quinta Avenida alojó la fascinante mezcla de razas, culturas y tradiciones de los pueblos de América que comparten, no sólo sus orígenes, lenguas y costumbre, sino también el infatigable esfuerzo por forjar un porvenir de bienestar y progreso.