No se puede suturar el alma

Ultima Actualización: jueves, 09 de enero de 2025. Por: Maria Cristina Gonzales

Es entendible y aceptable la propuesta de querer regular y organizar los lugares de expendio de bebidas alcohólicas y cualquier lugar de entretenimiento donde se irrespete el orden público. Los funcionarios a veces pasan por alto que la represión puede silenciar temporalmente ciertos comportamientos, pero no aborda las causas subyacentes ni promueve un cambio genuino. A menudo, puede llevar a más resentimiento y resistencia a largo plazo.

Al contrario, la educación empodera a las personas, les da las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas, fomenta el crecimiento, el desarrollo personal y social. Al educar, se construyen sociedades más justas, equitativas y sostenibles. Se promueve el pensamiento crítico, la empatía y la comprensión, lo que a su vez contribuye a la paz y la estabilidad a largo plazo.

En lo particular en estas navidades recién pasadas las redes se llenaron de imágenes con autoridades policiales cerrando colmadones y otros establecimientos. Y la pregunta en cuestión seria ¿porque medidas que podrían ser buenas se utilizan como laboratorios que solo afectan al pueblo llano? ¿Se les olvida que la realidad es que el desorden que a veces impera en esos lugares se ha hecho costumbre por falta de voluntad política? Pues en campaña todo es válido.

Creo que para la próxima vez que se quiera regular el ruido, las riñas o cualquier otra situación que ponga en riesgo la seguridad de determinados sectores sociales.  Se realice una campaña publicitaria explicándole a los ciudadanos las medidas a tomar, el comportamiento esperado para la sana convivencia debía ser la norma, no el resultado de un experimento que siempre recae en la clase pobre y les deja un sabor amargo y entristecedor, por el exceso de autoridad y recursos utilizados de forma temporal que terminan dejando una inconformidad para que a pocos días, no cambie nada y todos regresen a la posición anterior, ocupar las calles, las aceras y seguir con la contaminación sónica.