La resistencia como respuesta a las fuerzas

Ultima Actualización: lunes, 28 de abril de 2025. Por: Maria Cristina Gonzales

A propósito del tema de la prohibición de las fiestas en los balnearios, y a sabiendas de que los colmadones no son discotecas, todo eso claramente establecido, e igualmente el asunto de las playas eso es entendible, pero no es menos cierto que la aplicación de las leyes de forma tan desigual entre pobres y ricos es lo que irrita a la población y es lo que genera fricción entre autoridades y la ciudadanía. La gente percibe que más allá de la simple aplicación de las normas de sana convivencia hubo un trato desigual y un uso desmedido de la fuerza para tratar asuntos cotidianos y sin mayor envergadura con mas deseo de intimidar que normar y regular.

Un ejemplo del uso de la fuerza innecesaria fue la aplicada a unos ciudadanos de a pies que jugaban   dominó en un frente de una casa y de forma arbitraria le llevan todo, desde la mesa del dominó hasta las sillas, sin antes hacer la debida campaña de información y advertencia e igualmente los que se bañaban en una piscina y un agente policial perfora la piscina con su arma de reglamento frente a todos.  Pregunto lo siguiente ¿Los ciudadanos dominicanos no se merecen ser tratados con respeto? ¿por qué no hacer una advertencia con antelación?

La fuerza excesiva genera resistencia porque, en el fondo, la naturaleza opera bajo principios de interacción y equilibrio. Las autoridades policiales usan métodos innecesarios en lugares y ambientes que no presentaban peligro que tal vez con un llamado de las autoridades actuantes la gente se retiraba del área.

Reiterar que el orden es necesario y la aplicación de la ley también, lo que indigna a la población es ser tratados como ciudadanos de segunda categoría, estas medidas aplicadas de forma justa tendrían la aprobación de la población en sentido general.

Es un exceso también imponer el culto religioso en un estado laico, un duelo largo, sin darle a la ciudadanía la libertad de discernir. Los ciudadanos tienen el poder constitucional de decidir en libertad si guardaban duelo o no más allá de lo normal. En resumen, un toque de queda impuesto e innecesario que sin estar en estado de emergencia hace recordar a Gandhi cuando decía que la violencia es el límite de la incompetencia.