Cuando era niño y quizás hasta la adolescencia escuché hablar de las "desigualdades sociales", lo que hacía a la mayoría de los jóvenes de esa época críticos naturales del sistema político predominante en aquel momento; más tarde hablaban de la famosa "brecha digital", sobre la que investigué, sólo para confirmar que esa es una de las tantas discriminaciones que aún persisten en nuestro país, al igual que en otros.
Dentro de las tantas brechas o desigualdades sociales, encontramos que una de las más antiguas y que da origen a otras está la Educación, esta fue puesta de manifiesto en Roma en el 1592 aproximadamente por el sacerdote español José de Calasanz, Doctor en Teología, quien con los niños callejeros en Roma, fundó "Las Escuelas Pías".
Estas dieron origen a Las Escuelas de Educación Popular (Escuelas Públicas) que abrieron la oportunidad a que los pobres pudiran estudiar; esa positiva acción originó la protesta por parte de los adinerados de Roma que preguntaban; "¿si enseñan a los pobres a pensar quienes harán el trajo?
De igual manera los Colegios Privados, que eran dirigidos por la Iglesia, elevaron su protesta ante "El Vaticano", alegaban que tendrían que cerrar sus puertas si el Sacerdote José de Calasanz continuaba impartiendo docencias gratis.
Muchos personas de hoy, en su actuación semejante a los "Letrados, Fariseos e Hipócritas" se han beneficiado del crecimiento y desarrollo de esta brecha que además da origen a otras tantas, no menos discriminatorias, que poco a poco aniquilan el avance de nuestro país.
Dentro de esas nos encontramos con: diferencia de oportunidades para incentivar el desarrollo del pensamiento y generación de ideas, falta de oportunidad para acceder a los fondos de financiamientos, la Brecha Digital (diferencia de oportunidades para acceder a la tecnología), falta de concienciación ciudadana de sus deberes y derechos, falta de cultura organizacional en el sentido amplio de la palabra, ausencia de responsabilidad social en un alto porcentaje de los docentes del sector público en este momento, alto grado de desinformación al informar, hacinamiento y cordones de miserias, ponga usted sus propias brechas.
Lo peor de esto es, que por el fanatismo, parcialidad y el compromiso cada vez mayor, en los sectores de la sociedad civil con la clase política partidista, día a día crecen más la desconfianza y descrédito de sus instituciones.
Por ejemplo, la dirección de la "Asociación Dominicana de Profesores" (ADP), que es una institución colegiada, ha perdido la credibilidad en un porcentaje de su membresía al igual que de parte de la sociedad en general por esta desde hace tiempo responder a intereses partidarios, más que a los de sus afiliados.
Guardo la esperanza de que los sectores responsables de impulsar el crecimiento educativo para disminuir tan dañina brecha, lejos de ser detractores del sistema, se integren y que en lugar de mirar falta de aulas, investiguen la posibilidad de un renacer del regreso a las escuelas y juntos impulsemos la calidad que con el tiempo se ha ido perdiendo en nuestra Educación Pública; emulemos a José de Calasanz.
Interpretemos e interioricemos que transmitir conocimientos es el mejor acto de amor para transformar la sociedad y elinar las brechas o desigualdades sociales a través de: desarrollar las ideas y el pensamiento crítico, conscienciación ciudadana al igual que la generación de compromiso social.