Como cada año el mes de marzo me recuerda que las responsabilidades con la Nación no terminan en febrero por eso, nos trae sus días 09, 19 y 30 como efemérides: del nacimiento del patricio Francisco del Rosario Sánchez, las primeras batallas post proclamacion de la gesta independetista lo que interpreto como que, todo aquel que busca hacer negocio contradiciendo el compromiso firmado con la sangre de los patricios, es un traidor a los ideales patrios y la libertad que disfrutamos los dominicanos.
Otras expresiones de libertad que nos regala el tercer mes del año están reflejadas en los días: de la naturaleza (preservación de la flora y la fauna), mundial del árbol o día forestal mundial, mundial del agua, mundial del clima y como si fuera poco, la estación de la primavera, ¿Hemos asumido la responsabilidad de cuidar el hábitat que nos garantiza la vida?
Como si no fuera suficiente, en él encontramos los días: internacional de la mujer, del Ministerio Público, internacional por la eliminación de la discriminación racial, mundial del consumidor, día del artesano, entre otros tantos.
El recorrido por la vida del prócer Francisco del Rosario Sánchez nos deja la enseñanza de que, desde el instante en que nacemos contraemos el deber de servir a la sociedad y que, sin importar que tan buenas o malas sean nuestras acciones, nos encontraremos con múltiples tropiezos que podrían costarnos no sólo los recursos materiales sino, hasta la vida.
En las batallas del diecinueve y treinta de marzo del 1844 encontramos el hecho de que no basta con decretar pensamientos y emociones sino, que debemos estar listos para enfrentar los retos y consecuencias a los que estos dan origen.
Hablar de la preservación de los factores que nos garantizan la vida a largo plazo como son: el agua, flora, clima al igual que otros y no practicarlos es el mayor acto de irresponsabilidad e insensibilidad que cualquier ser humano, puede profesar.
En nuestro país, esa actitud anti-vida podrá ser superada cuando en los programas educativos se incluya con carácter de obligatoriedad la educación medioambiental y en automático el perfil del instructor que deberá impartirla.
A eso hay que agregar que los responsables de dirigir, supervisar y mantener sano el medio ambiente, no sean personas comprometidas políticamente y analfabetas en el tema en cuestión.
Un elemento que no puede faltar es, la revisión y adecuación de la Legislación actual para enfrentar los Delitos Medioambientales y contar con los Sistemas Judiciales y del Ministerio Público, bien comprometidos y debidamente formados para enfrentar el gran reto que tiene la humanidad: mantener el Planeta Tierra con vida.
Esto implica que si en verdad estamos comprometidos con la vida, salvar el ecosistema debe ser una prioridad "uno 1A" en nuestra agenda diaria.