A los fatalistas de la oposición

Ultima Actualización: sábado, 07 de mayo de 2022. Por: Angel Artiles Diaz

Esta oposición que padece la política criolla le pide al pueblo dominicano que no vea lo bueno que está haciendo el Gobierno del Cambio a favor de las mayorías, como por ejemplo establecer ‘Tasa Cero’ para la importación de más de 60 alimentos de consumo masivo.

Por: Lic. Ángel Artiles Díaz 

 

La oposición trasnochada mantiene el errado parecer de que para existir debe oponerse a todo lo que provenga de la actual administración del Estado encabezada por el Ciudadano Presidente Luis Abinader.  

Criticaron sin ruborizarse el aumento del monto de las pensiones, medida pensada y ejecutada para colocar al enorme ejercito de pensionados en un estadio de humanidad más acorde con la crisis de la economía mundial que afecta a todas las naciones desde el inicio de la pandemia.   

Es penoso tener que aceptar que entre los seres humanos, haya especímenes dedicados a hacer oposición a todo, a nadar en contra de todas las corrientes de pensamiento lógico y  los vemos deslizarse por las cunetas de la sinrazón gritando:  ‘que baje todo el que esté arriba’. 

Esta oposición que padece la política criolla le pide al pueblo dominicano que no vea lo bueno  que está haciendo el Gobierno del Cambio a favor de las mayorías, como por ejemplo establecer ‘Tasa Cero’ para la importación de más de 60 alimentos de consumo masivo. 

Se opone, esta insólita oposición, a que se reforme la estructura contaminada de la Policía Nacional, reforma patrocinada por el Gobierno del PRM, que con el valor que le nace en el forro de la voluntad inquebrantable  de adecentar y dignificar a ese cuerpo responsable del orden público y la seguridad ciudadana. 

Cuenta la historia que una tarde, mientras bajaba la marea, en una mala jugada de la naturaleza, iban quedando sobre la arena de la orilla de la mar, cientos de estrellas de mar, condenadas irremisiblemente a la muerte, porque no pueden vivir fuera del agua. 

Un joven optimista que avistó la tragedia, se lanzó presuroso a la arena y comenzó a lanzar al agua las estrellas de mar.  

Una a una las lanzaba, mientras el fatalista se reía a carcajadas, porque consideraba una estupidez aquella acción de ir recogiendo y tirando al agua, una a una, las estrellas de mar. 

Y como todo buen fatalista, no se pudo resistir en ejercer su derecho a criticar todo. Y raudo y veloz se acercó al optimista y le dijo: 

-Tú si eres pendejo. ¿Acaso crees que vas a poder salvar a todas esas estrellas de mar? 

El optimista entusiasmado tomó otra estrellita de mar y la lanzó al agua. Luego se dio vuelta hacia el fatalista y le contestó: 

-Pregúntale a esa que acabo de lanzar al agua, si es inútil lo que hago…??