La Ignorancia en ingenuo maridaje con la Mentira

Ultima Actualización: viernes, 14 de febrero de 2025. Por: Angel Artiles Diaz

La ignorancia es, simplemente, falta de conocimiento o información sobre un tema determinado. En la madeja que forman los tentáculos de las redes sociales, la ignorancia es el mejor surco para cultivar cualquier mentira por descabellada que sea. Esa es la razón por la cual, los productores de mentiras explotan esa realidad para sembrar sus intereses, salcochadas en los calderos de las peores intenciones de dañar, sin respetar a nadie, utilizando la masa de ‘ígnarus’, definidos como personas carentes de todo conocimiento elemental, susceptibles a creer cualquier mentira y dedicarse a compartirla, sin importar las consecuencias, porque no tienen ni siquiera la capacidad para valorar el daño que provocan.

 

Para bien o para mal las Redes Sociales se han constituido en el vehículo ideal para transportar noticias falsas, porque éstas han transformado el método de compartir y consumir información. Aunque, debe decirse, las redes sociales tienen muchas virtudes, que sería prólijo detallar.   Pero, la simplicidad para compartir contenido en las plataformas digitales y la evidente falta de regulación oficial para filtrar o verificar la información compartida, facilita la propagación desmedida de mentiras y difamaciones cual si fuese un huracán incontrolable.

 

Recientemente, la sociedad dominicana ha asistido al espectáculo de una avalancha de acusaciones, en contra de cualquiera que haya contradicho o enfrentado algún sector de opinión o económico. Se han soltado las amarras de los demonios de la difamación, aireando acusaciones indiscriminadas, sabedores de que la ignorancia fanatizada es mayoritaria en las redes sociales y multiplican cualquier información falsa, siempre que las imputaciones sean enmarcadas en cualquier sentimiento popular, de esos que se tornan ingenuamente peligrosos.

 

Lo ético hubiese sido, que de existir pruebas fehacientes que justificasen cualquier acusación, se hicieran públicas junto con las imputaciones. Pero no, el ‘dolus malus’ de la desinformación es una herramienta poderosa que socava la credibilidad de los buenos y los hecha en el mismo saco en el que reposa la mala yerba que siempre ha vivido del constreñimiento y el chantaje.

 

La ignorancia propagando mentiras en las redes sociales produce los mismos efectos destructivos que una bomba de neutrones, cuya explosión libera una cantidad muy alta de radiación difamatoria que penetra profundamente en el alma de la masa y la manipula, produciendo un efecto letal en perjuicio de la buena honra.

 

La desinformación generalizada provoca un impacto negativamente significativo en la sociedad, porque afecta a todos por igual, dañando reputaciones en una estéril batalla que solo persigue igualar con el rasero a la parte honesta de la comunicación, con los que se han enriquecido intercambiando opiniones por talegas.

 

En una sociedad como la dominicana, en la que el pensamiento crítico brilla por su ausencia, en la que el común de la gente no tiene capacidad para identificar fuentes de información confiables ni cuestionar la veracidad de las noticias, sino que las comparte a cambio de una manita azul con un dedo pulgar hacia arriba.

 

La ignorancia y la mentira en las redes sociales forman un engendro demoníaco, difícil de combatir con acciones regulatorias. Educar la generación perdida y mejorar los controles de lo que se publica en las plataformas ronda los linderos de lo imposible.