La Tragedia y la Belleza en Nuestra Señora de París de Víctor Hugo

Ultima Actualización: martes, 13 de mayo de 2025. Por: Angel Artiles Diaz

Nuestra Señora de París de Víctor Hugo publicada en 1831 es considerada una obra maestra del Romanticismo que mezcla historia, crítica social y personajes inolvidables, como una defensa de la arquitectura gótica y una crítica a la sociedad.


Víctor Hugo defendió la arquitectura gótica en ‘Nuestra Señora de París’ porque la consideraba un símbolo de identidad cultural, de historia y resistencia ante los inevitables embates de la evolución que acompaña al devenir de la historia. El siglo XIX, llegó a la Francia posrevolucionaria destruyendo o modificando edificios medievales sin importar su valor histórico, lo que motivó a este autor propugnar por la preservación del arte y la historia contenidas en los monumentos que el progreso destruía a su paso.

En ‘Nuestra Señora de París’ la catedral de Notre Dame, además de un escenario es un personaje central en el dilema entre la persistencia de la historia y la brevedad de la vida humana. En términos dialecticos, Víctor Hugo no aceptaba que las construcciones medievales fuesen reemplazadas por estilos arquitectónicos modernos, porque consideraba el estilo gótico como una expresión artística única, cualificada para comunicar pasiones y relatar la historia de la humanidad por medio de sus piedras y esculturas.

La novela impactó la conciencia del parisino de la época y motivó el surgimiento de una ola de consciencia ciudadana acerca de la importancia de preservación del patrimonio arquitectónico, provocando la restauración de la icónica Notre Dame a cargo de Eugène Viollet-le-Duc, en una clara demostración de cómo influye la literatura comprometida en la preservación de valores culturales tangibles o intangibles.

La obra ‘Nuestra Señora de París’ es una proyección del pensamiento romántico, con protagonistas encerrados en el curso de la historia en medio de un conflicto entre belleza y horror.

Temas centrales de la obra, contexto histórico e impacto de sus personajes centrales y motivaciones del autor:

1.    La novela surge en medio de tribulación por la conservación del legado del patrimonio cultural representado en la arquitectura medieval en Francia y se convirtió en un efectivo promotor del valor cultural, representado en la novela por la catedral de Notre Dame.

 

2.    El relato se desarrolla en un París lleno de contrastado entre la opulencia y la miseria, en el que Quasimodo, el más conocido de todos los personajes por su curvatura que superaba los 40 grados (hipercifosis), que más se le conoce por el mote de ‘El jorobado de Notre Dame’, quien simboliza la marginalidad humana y el amor devoto profesado por éste hacia Esmeralda, símbolo de la belleza, libertad y delicadeza, a pesar de su destino trágico exponente de la muy en boga hipocresía social.

 

3.    Otro personaje, el sacerdote Claude Frollo, claramente dominado por su pasión y obsesión por Esmeralda que arrastra a la corrupción moral.

 

4.    Y finalmente La Catedral, más que un escenario, en ‘Nuestra Señora de París’, que   representa la permanencia de la historia frente a la cortedad de la vida humana.

‘Nuestra Señora de París’ se desarrolla en el ámbito de tres temas centrales; a saber:

1.     Destino y Fatalidad, con personajes atrapados en un destino ineludible.

  1. Belleza y Fealdad, Víctor Hugo desafía la percepción de que lo hermoso es bueno y lo feo, malvado.
  2. La ley en la novela no siempre es justa, la justicia y crueldad reflejan una sociedad implacable con los marginados.

‘Nuestra Señora de París’ de Víctor Hugo trasciende los linderos de la historia de Quasimodo y Esmeralda; es un pedido de auxilio a los fines de preservar el arte arquitectónico y una profunda advertencia acerca de la importancia de la naturaleza humana.

La moraleja de esta famosísima novela de Víctor Hugo radica en que ‘la verdadera belleza no está en la apariencia, sino en el alma’.