Mi viejo me decía una frase que en verdad llama la atención: “A mí ninguna persona me cae mal, soy amigo de todos”.

Sin duda, al pasar de los años es que veo el propósito y las razones para querer a la gente. Se había propuesto no aceptar en su espíritu la basura que se llama antipatía, rencor, odio, indiferencia hacia los hombres.

Debemos seguir este ejemplo de amor y amistad…

Si cada uno de nosotros se propusiera encontrar cada día una razón para amar a su esposa y/o esposo, a sus hijos, familiares, amigos y semejantes. ¡Qué hermoso sería vivir en ésta Tierra!

Pero, ¡qué duro hemos hecho nuestro mundo y que difícil vivir en él por culpa del egoísmo, la antipatía, odio, rencor y envidia!

Las parejas no siempre encuentran razones para amarse, sino lo contrario. No todos los hijos ni todos los padres encuentran motivos para quererse, sino para distanciarse, o algo peor.

Los gobernantes y funcionarios, ellos, hijos y padres de familias, son los que impulsan el odio, el hambre, las guerras y las injusticias que existe en abundancia por donde quiera, no hablan bien en la mayoría de los casos de su semejante. Abunda el odio y la envidia por eso somos tan infelices.

Día de la amistad, un día para revisar, refrescar el verdadero amor, es el momento de reflexionar y transformar-nos en algo mejor.

Los esposos podrían preguntarse: ¿Qué hemos hecho con nuestro amor?, ha llegado la hora de cambiar en nuestros hogares, amor con amor se paga, educar y enseñar con amor.

Los amigos verdaderos que se animen a hacerlo, porque bien vale la pena esa amistad, con un criterio de amor diferente al que vivimos en nuestra sociedad.

Un amigo es un verdadero tesoro. Y si alguien dice tener razones para odiar a alguien, estar enojado, disgustado, que sepa que tiene infinitamente más razones para amar, para perdonar, olvidar, comprender y ser feliz.

DIOS ES AMOR, con mayúscula, todo en Él es bondad, misericordia, amor. No cabe en Él una brizna de odio o de rencor. Dios no puede odiar.

Podemos decir que cuánto más amamos, más nos parecemos a Dios.

En el cielo solamente hay una inmensa y total felicidad. Porque allí solamente se ama, no hay odio ni egoísmo.

El Día de la amistad es tiempo de reflexionar, reavivar los buenos sentimientos hacia todas las personas, y arrojar del corazón todo el odio que se acumula en él.

Amar es infinitamente mejor, que odiar... El amor que no duele, que no se entrega, es puro cuento. El mundo esta lleno de cuento. “Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal”. Madre Teresa de Calcuta. Amor, Paz y Bien