La parresia es un concepto de origen griego que significa "decirlo todo" o "hablar con franqueza".
¿Por qué nunca he sido bien visto en la actividad política a la que me he ligado? Porque he practicado el coraje de decir la verdad, consciente de que la valentía no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de enfrentarlo, sin temor a las implicaciones (que han sido muchas en mi contra), esencialmente en circunstancias en las nunca me importaron las contingencias, ni las sanciones que se aplican sin piedad alguna, a todo el que en política se apega a la verdad.
La parresia es una manifestación de valor, de dignidad y gallardía, asociada con la libertad de expresión, con la responsabilidad moral de hablar con sinceridad, sin importar los riesgos que acarrea la franqueza que se aplica como norma de la propia conducta.
Hace unos meses, se viene produciendo el amargo abuso de imposición de multas a los usuarios del servicio de suministro de agua, de parte de la sociedad comercial AAA Dominicana, S.A., beneficiaria de un Contrato de Servicios para la Gestión Comercial, mediante el cual Coraapplata le cede la calidad de Gerente Comercial, a la compañía mejor conocida como ‘Triple A’.
Se están aplicando multas a los usuarios que alcanzan hasta los 20 mil pesos, por cualquier irregularidad que ‘Triple A’ considere ‘violación’ de un código que sólo conoce esa compañía y que no ha sido aprobado por el único órgano con calidad para hacerlo: El Consejo de Administración.
Resulta, que lo peor no lo constituye la aplicación de las multas ilegales, sino la marcada indiferencia del Consejo de Administración y del señor Director, Ing. Oliver Nazario Brugal. Ambos están dando la callada por respuesta, frente a una acción dolosa que perjudica la imagen de Coraapplata como institución pública, la de las personas que componen el Consejo de Administración y por vía de consecuencia, la imagen del actual gobierno.
Nos preguntamos: ¿A dónde van a parar los dineros de las multas que cobra ‘Triple A’? No los pueden registrar en los libros de contabilidad ni de Coraapplata ni de ‘Triple A, porque no proviene de la ejecución del Contrato de Servicios para la Gestión Comercial, ni del sometimiento a la justicia de ningún usuario, porque no se ha hecho ninguna demanda y, de hacerse, nadie seria condenable, porque no hay ninguna ley que sancione las irregularidades que ’Triple A’ considera como violación a sus leyes y, sin una ley previa, no hay violación.
Un buen funcionario público escucha sugerencias, tolera críticas, las filtra y las utiliza para mejorar su desempeño. En Coraapplata se debe acatar el siempre aconsejable ejercicio de humildad. Aceptar sugerencias y críticas, no disminuye las figuras públicas, al contrario, las engrandece. El mejor ejemplo de escuchar las críticas y sugerencias lo ha dado el Ciudadano Presidente Luis Abinader, primer ejecutivo de la nación.
Sé, bien que sé, que este ejercicio de ‘parresia’ me acarreará más rechazos, aumentará la marginalidad partidaria y acrecentará los odios solapados, de funcionarios que comenten el error de creerse faraones de nuevo cuño y que los cargos con los que han sido premiados, constituyen una oportunidad para construir sus pirámides.