Para nadie es un secreto que en las sociedades organizadas hay personas e instituciones que deben fungir como garantes de la preservación del orden y la organización a través de cumplir y hacer cumplir las Leyes, Resoluciones y Ordenanzas, emanadas de los organismos competentes.
Extrañamente en nuestro país en los últimos tiempos hemos observado a individuos y/o grupos llamados a contribuir con la obediencia, induciendo a la desobediencia, buscando originar el desorden y el caos; es el caso de algunas personas, grupos y partidos políticos que han enfrentado a la Junta Central Electotoral (JCE), en ocasiones de forma temeraria.
Esto quedó evidenciado con la actitud de resistencia, desobediencia e irrespeto por parte de algunos partidos políticos a las resoluciones referentes a las vallas, letreros, inicio y final de la pre-campaña electoral emitidas por el organismo responsable de organizar y controlar los procesos electorales en nuestro país; los dirigentes de agrupaciones políticas mandan un mal mensaje a los ciudadanos comunes que son sus seguidores, eso para mencionar un caso.
Sobre los hombros de esos que dicen ser dirigentes entre los que hay personas con responsabilidad de Estado, por haber ocupado posiciones de importancia incluidas las de: Presidentes de la Nación, Dirigentes importantes de la Junta Central Electoral (JCE), senadurías, diputaciones, sindicaturas, secretarías de Estado, entre otras, recae una gran responsabilidad aunque ellos se hacen que ni cuenta se dan.
A todo esto hay que agregar el grado de violencia que se impone a una campaña electoral cuando, a través de encuestas manipuladas se intenta vender la percepción de triunfo seguro aún conociendo que la realidad es otra, irrespetando de esa manera a sus seguidores sin darles ninguna explicación, luego.
Tengo que señalar que uno de los mayores irrespetos que recibe la sociedad y sus instituciones de parte de la mayoría de individuos que han seleccionado la política como modo de vida, es no dar tregua con la permanente campaña electoral, acompañada de un fingido triunfalismo.
Hay otro irrespeto que sin importar quién o quiénes lo cometan lo debo resaltar porque hace mucho tiempo que lacera la paz social de los dominicanos, la institucionalidad y sobretodo la voluntad popular, me refiero a los "famosos acuerdos y alianzas electorales" que al final terminan siendo un capricho para complacer el ego de uno o varios individuos.
Cuando me refiero en estos términos de esos aspectos dentro de nuestros procesos electorales, es porque nunca han existido como solución a los grandes y numerosos problemas que nos afectan; bastaría pensar en el famoso, perturbador e inolvidable "Pacto Patriótico" del año 1996 que permitió que muchas ilegalidades se convirtieran en sistemas, que aún permanecen como parte del bochornoso beneficio particular, en el agonizante Sistema Político de República Dominicana.
En aquel momento por formar parte de esos grupos lo celebré, sin pensar que sólo se repetía en otra versión con el Dr. José Francisco Peña Gómez, los tantos abusos y burlas cometidos contra el Profesor Juan Bosch.
Sólo espero que en nuestra sociedad podamos entender, que si bien es cierto que es importante la Educación por Competencias, Desempeño o cualquier otro método que usted quiera, de nada servirán, sobre todo en el combate al irrespeto cuando hacemos a un lado el más importante hoy y siempre que es el de los Valores; lástima que eso parece que no se entiende en un colectivo como el nuestro o no convine entenderlo.