Una desgracia para ser tomada como ejemplo, Turquía

Ultima Actualización: martes, 14 de febrero de 2023. Por: Luis Henriquez Canela

La fotografía de la desolación fue captada por Adem Altam, fotógrafo de AFP.

El señor Mesut Hancer permaneció tres días tratando de sacar el cuerpo de su hija Irmak de los escombros. La viga bajo la que se encontraba sepultada era tan grande, que le fue imposible sacarla. Según han indicado, murió durante el sismo, su padre no lo creía y se aferró firmemente a su tierna y blanquecina mano.


La fotografía de la desolación fue captada por Adem Altam, fotógrafo de AFP.


El terremoto de Turquía ha sacudido al mundo, no solo por los fallecidos, sino por el descubrimiento de que sus constructores han estado haciendo fraude.  Han detenido a más de 130 responsables de constructoras cuyas obras han colapsado por haberse saltado las normas y protocolos de construcción.


En Hancer, ese padre desesperado, veo a muchos padres de estudiantes dominicanos sosteniendo la mano de sus hijos debajo de los escombros de las escuelas construidas durante los últimos 30 años en República Dominicana.


Son edificios endebles, muchos de ellos reconstruidos encima de fallas tectónicas contrariando todo tipo de recomendaciones.


El ministerio de educación debe ordenar una auditoría profunda a esas obras, a los fines de determinar si cumplen con los requisitos necesarios para albergar estudiantes.


Aunque sabemos que la mayoría de los constructores de esas edificaciones son profesionales probados, hay reportes de escuelas con grietas, filtraciones, baños destartalados y pisos levantados entre otros vicios.


No es por alarmar, pero, en la escuela que se produce una grita, ¿Cómo estarán esas columnas?