Desde la AMET hasta la DIGESETT

Ultima Actualización: sábado, 16 de abril de 2022. Por: Luis Henriquez Canela

¿Qué ha contribuido a dar a conocer la triste realidad por la que atraviesa esa institución? Los miles de videos que circulan en las redes sociales en los cuales se pueden ver los grandes atropellos, excesos y arbitrariedades que cometen esos macuteadores en contra de los ciudadanos.

Por: Luis Henríquez Canela

       luishcanela@gmail.com

 

Los últimos acontecimientos protagonizados por miembros de la Dirección General de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESSET) han puesto a esa institución en la palestra pública más de lo que ha estado durante los últimos meses y años.  

 

Por el accionar, parecería como que se ha convertido en una institución que funciona al margen de la Constitución y las leyes, atropellando al ciudadano y vejándolo.

 

Si usted quiere sentirse como una pura mierda, vaya a un cuartel. Un simple roce con otro vehículo en el que no hay heridos ni grandes daños materiales es suficiente para que a usted lo traten como excremento. No existe en nuestro país espacio alguno donde el desprecio, la humillación y el ultraje sea mas evidente que un cuartel de la DIGESSET o de la policía.

 

¿Qué  ha contribuido a dar a conocer la triste realidad por la que atraviesa esa institución? Los miles de videos que circulan en las redes sociales en los cuales se pueden ver los grandes atropellos, excesos y arbitrariedades que cometen esos macuteadores en contra  de los ciudadanos.

 

La Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), creada en el año 1997, cuyo primer director lo fue Hamlet Hermann, era un ejemplo de institución. Los mismos funcionarios se encargaron de degradarla exigiéndole a Hermann, privilegios que él no estaba dispuesto a ceder. Con el paso del tiempo, como pasa con todo en este país, la institucionalidad se fue perdiendo y se fue convirtiendo en lo que es hoy, una especie de excusado mal oliente. Se percibe en la actualidad como un órgano represivo, una entelequia, una ficción de lo que debería ser y de lo que fue.   

 

La imagen pública de esa institución ha caído a los niveles más bajos en toda su historia y una de las razones es que hay ciudadanos que no están dispuestos a quedarse callados ante comportamientos contrarios a la ley perpetrados por sus miembros.

 

Con el dedo en la llaga

 

A nuestro entender, el gobierno debe ponerle mucha atención al negocio que existe con la venta de plazas porque esa es una de las razones por la que esa institución no sirve.  Por ejemplo, usted va a Sosua y hay más agentes que en Puerto Plata. ¿Cuánto cuesta la plaza de comandante en Sosua? ¿Cuánto cuesta el puesto de comandante en Bavaro, en Cabarete? ¿En las Terrenas? Seguro que más que en Villa Vásquez, más que en Navarrete, más que en Salcedo. ¿Y eso por que? Respóndase usted mismo.

 

Nunca voy a entender cómo es que un exjefe de esas instituciones puede tener villas en Casa de Campo cuando ganan 100 mil pesos mensuales y, por lo regular, tienen varias familias para mantener. Cualquiera diría que ese es el dinero que más rinde.

 

Las recaudaciones para la repartidera son el mal, no busquen en otro sitio.