Tuve la oportunidad de asistir el jueves pasado a los salones del Cabildo Municipal de Puerto
Plata donde los ejecutivos de la empresa EnergyProjets International Company
(EPIC) llevaron a cabo una magistral presentación sobre la solución a la
disposición de los desechos sólidos de Puerto Plata y sus municipios.
Explicaban los funcionarios de la compañía en cuestión, que
la planta a instalarse podría generar hasta 40 megavatios de electricidad los
cuales entrarían a formar parte de la oferta del sistema eléctrico nacional. La
inversión ronda los doscientos cincuenta millones de dólares de los cuales
Puerto Plata no tendría que aportar ni un centavo.
Indicaban, además, que la planta generaría 300 plazas de
trabajo durante el proceso de construcción el cual se llevaría a cabo durante
un tiempo máximo de 30 meses, es decir, dos años y medio.
Algo que me llamó la atención es lo referente a que dijeron;
30 meses después de obtenido el último permiso, y lo repitieron varias veces.
Me sonó a advertencia, y bien por ellos. Porque conociendo uno la excesiva
burocracia a la que se somete la inversión –sana—extranjera, la repetición de ese enunciado dejó bien claro
su posición en torno al plazo para el inicio de la operación.
Por la salud de Puerto Plata, ojalá que los ministerios
correspondientes no engaveten estos permisos.
En la sesión de preguntas, hubo una que sonó varias veces;
qué beneficios van a obtener los municipios a cambio de sus desechos. Es que nosotros somos tan especiales que nos
están quitando un problema de arriba y aun así queremos sacar ventajas. Los
funcionarios de la entidad dijeron que repartirían los beneficios de la empresa
entre los proveedores de basura.
Cualquiera en su sano
juicio, más que estar preguntando cuánto me van a dar, estaría buscando la
forma de cómo ayudar a solucionar. Pero somos muy muy especiales.
Proyectos de este tipo son los que nosotros debemos apoyar
porque con ellos conservamos nuestro medio ambiente, ahorramos divisas
produciendo electricidad a partir de esos desechos y nos quitamos un problema
de encima.
Hemos perdido millones de dólares y contaminado millones de
kilómetros de aire, pero todavía estamos a tiempo.
La comunidad de Puerto Plata, adeptos y contrarios, deben
apoyar esta iniciativa del Ejecutivo Municipal Lic. Walter Musa y sus
colaboradores, en aras de que Puerto Plata pueda, al margen de todos sus atractivos
turístico, proveer aire fresco y sano a los
nativos y visitantes.