Hay varias razones por las cuales personas que pueden parecer de menor capacidad terminan liderando organizaciones y quienes están técnicamente preparados terminan a veces siendo asistentes o los segundos a cargo.
A menudo, las conexiones personales y profesionales juegan un papel crucial en el ascenso a posiciones de liderazgo. Las personas con redes sólidas pueden tener más oportunidades de ser promovidas, independientemente de su capacidad.
Un elemento importante son las habilidades Políticas, la capacidad de navegar en la política organizacional es una destreza en sí misma. Algunos líderes pueden no ser los más competentes técnicamente, pero son expertos en manejar relaciones y alianzas dentro de las organizaciones
Las personas que proyectan confianza y tienen habilidades de comunicación efectivas pueden ser vistas como líderes naturales, incluso si carecen de otras competencias. A veces las circunstancias específicas y las oportunidades pueden llevar a personas inesperadas a posiciones de liderazgo. Esto puede incluir situaciones de crisis donde se necesita un líder rápidamente o cambios en la estructura organizacional.
Aunque en algunas organizaciones la antigüedad y la experiencia pueden ser factores determinantes para el liderazgo, más allá de la capacidad técnica o intelectual
Es importante recordar que las habilidades interpersonales, la capacidad de inspirar y motivar a otros, y la visión estratégica también son componentes cruciales del liderazgo.
Mas allá de lo expresado en estas líneas no deja ser preocupante que por diversos motivos los que estén técnica y hasta científicamente preparados terminen de segundones de lideres oportunistas, que aprenden el arte del allante y el bulto y se alzan con el santo y la limosna.