Recuerdo que cuando tenía los programas de radio y de televisión me ocupaba de mostrar a las autoridades las necesidades que agobiaban a nuestra sociedad, una de ellas era el feo aspecto que por mucho tiempo presentó nuestro único Camposanto o Cementerio Municipal de aquel momento que está ubicado entre las calles Gregorio Urbano Gilbert y Padre Castellanos de esta ciudad.
Hoy al igual que ayer, luce irritante que al fallecer un ser querido además del malestar normal que eso causa en sus familiares, estos deban soportar la situación de tener que salir a suplicar a la Alcaldía por un espacio para depositarlo en su última morada.
En nuestro Municipio Cabecera tenemos dos camposantos, siendo el de mayor perímetro y de menor tiempo en operación el de la comunidad de San Marcos, por lo que sólo el mal uso de su extensión territorial justifica la falta de espacio.
Las instituciones del Estado deben estar representadas y coordinadas por personas que sean capaces de gestionar de manera eficiente y oportuna esos pequeños detalles que traen tranquilidad a sus representados.
Si Puerto Plata requiere la construcción de un Camposanto Municipal y el Ayuntamiento no cuenta con los recursos necesarios, los Consejales y la parte Administrativa tienen el deber, de acercarse al Poder Ejecutivo y plantear la vía de satisfacer esa necesidad que hoy sufren los munícipes puertoplateños, que ya desde mi óptica, no aguanta más.
Me hago una pregunta simple, ¿por qué en los cementerios públicos no podemos ser eficientes en el uso de los espacios como es la industria privada en esa área?
La industria de servicios fúnebres, hace un tiempo que funciona en nuestro país y brinda los servicios de sepultar de forma vertical la que, en comparación a la horizontal, ahorra bastante espacio, de igual manera está la cremación que nos evita el uso de diversos recursos a la vez que nos ahorra la contamitación del subsuelo.
Pienso que ha llegado la hora de que los responsables de conducir el presente y forjar el futuro de nuestra sociedad, inicien el recorrido de la modernidad para eficientizar los procesos que nos ahorren tiempo y recursos.
Nuestro Cementerio Municipal que supuestamente fue construido en el 1775, tiene áreas que lucen arrabalizadas porque se ha permitido la creación de tumbas justamente en los pasillos que facilitaban la movilidad, así como los Nichos Municipales que fueron construidos al interior de la pared de la parte Norte, están en un completo abandono.
Es tiempo de que nuestras autoridades electas y nombradas, sintonicen con su comunidad para que a través del concenso se determinen de forma honesta las prioridades para la mayoría de la población; tengo la convicción de que en Puerto Plata las personas de diferentes niveles económicos estarán solicitando la construcción de un nuevo y moderno camposanto.