Acompañar a los hijos en su crecimiento y desarrollo es una bendición

Ultima Actualización: lunes, 12 de junio de 2023. Por: Roque de León B

asimilar los niveles de violencia y delincuencia que sacuden a nuestra sociedad y las edades de las personas que cometen esas atrocidades que hace mucho tiempo vivimos en nuestro país

Cada día se nos hace más y más difícil asimilar los niveles de violencia y delincuencia que sacuden a nuestra sociedad y las edades de las personas que  cometen esas atrocidades que hace mucho tiempo vivimos en nuestro país, muy en especial en los sectores populares, urbanizaciones, residenciales, avenidas, calles, callejones, caminos vecinales, entre otros, por lo que pararnos a analizar por qué los delincuentes de hoy ya no son los que anteriormente todos podíamos identificar, es un deber.

El descuido de muchos padres en el acompañamiento a sus hijos mientras crecen y se desarrollan envueltos en un conjunto de confusiones y ambiciones desmedidas es en parte lo que los empuja a abrigar los antivalores y refugiarse en ellos.

Es una bendición cuando los padres sirven de modelo y asumen la responsabilidad de acompañar a sus hijos  mientras crecen y se desarrollan. 

Esa falta tan elemental de acompañamiento es lo que provoca que muchos cabezas de familias además de no conocer a qué hora llegan y salen los vástagos de su hogar, tampoco se dan cuenta la clase de monstruos que han procreado y con los que conviven. 

Muchos predicamos la teoría de que hay que recurrir a las familias para enderezar la situación que hace años estamos viviendo y alimentando con el descuido hacia nuestros hijos pero no nos damos cuenta de que en muchos casos esos hogares y familias, a los que hacemos alusión, sólo existen en nuestras mentes.

Ese mal se acrecienta cuando parte de esos jóvenes y adolescentes inician el camino de traer al mundo a otros seres humanos que deberán crecer solos y peor aún, regularmente a muy temprana edad se sumergen en el mundo de los vicios, violencia y posterior delincuencia.

Lo anterior es un indicador de que nuestras sociedades tienen sus fuentes propias para generar los protagonistas de estos males que nos acorralan, aniquilan y en ocasiones, nos mutilan como colectivo.

Es responsabilidad del liderazgo de estas sociedades desarrollar programas y planes para, de diversas maneras identificar y someter a la rehabilitación a esos focos de jóvenes descarrilados y crear las estructuras para vigilar que sus descendientes, como nuevas generaciones, no tomen el camino equivocado.

De esa manera, sin pretensiones de que todos vayan a la universidad sino motivarlos hacia oficios y carreras técnicas para crear un conglomerado estretégicamente más productivo y progresista, es la mejor manera de combatir los males que hoy vivimos y que son provocados por los antisociales que hemos procreado.  

El proyecto de asumir como un compromiso social el seguimiento a la generación, crecimiento y desarrollo de las nuevas familias es lo que nos garantiza una sociedad con un enfoque hacia la tranquilidad, confianza y transparencia desde sus más fructíferos simientes al igual que desde los más profundos cimientos.

Así como vemos los valores en las familias éstas deben ser convertidas en un valor social; que se materialice, es responsabilidad de todos!