Estamos en el transcurso, de los que es el último día de este año 2022. Decimos el transitar porque, hasta que el reloj dé las 12 de la noche y siga su tic tac, no estaremos en el Año Nuevo.
Es como en el béisbol. Hasta el out 27 no se sabe “en qué parará la cosa”, como el merengue que escribiera el maestro Rafael Solano.
No obstante, aquí estamos. Último día del año y contando.
Último, final y definitivo día del año 2022. No hay leyes ni Decretos, que puedan extender el año, más allá de lo establecido. Como el Último Trago, de José Alfredo Jiménez y que bien canta Chavela Vargas.
En no todos podemos encontrar la misma alegría y gratitud por haber llegado hasta aquí. Ese estado de ánimo puede cambiar- esperamos así sea- en la medida que se sucedan los días y las noches. Con Luna, o sin ella. Con estrellas, con nubes o con Sol, y que podamos exclamar como los antiguos israelitas…” Hasta aquí nos ayudó el Señor”.
Último día de este año. Como El Último Café, tango que escribiera Cástulo Castillo y que escuchamos en la maravillosa voz de Roberto Goyeneche (El Polaco).
Lo mismo que el café
Que el amor, que el olvido
Que el vértigo final
De un rencor sin porqué...
Y allí, con tu impiedad
Me vi morir de pie
Medí tu vanidad
Y entonces comprendí mi soledad
Sin para qué...
Llovía y te ofrecí, ¡el último café!
31 de diciembre del 2022. Último día, que te encontró con el alma rota, por la partida de un familiar o un amigo cercano. Eso puede cambiar y el alma restaurarse, cuando logremos entender, que todos vamos a partir y que no hay injusticia alguna en esos “viajes”. Cuando podamos cantar con Di Bari:
El último, el último romántico de un mundo
que se puede conmover mirando dos palomas
besarse en una plaza indiferentes de la gente
que puede pisotearlas por la prisa de llegar.
Seguir adelante con optimismo, fuerzas y esperanzas renovadas, y luchar por un mundo y sociedad mejor que como lo hemos encontrado. ¡Arriba el telón que continúa la fiesta! Hagamos caso a Chico Novarro:
El último acto, el público espera
De cualquier manera sigue la función
No dejes que nadie descubra tu pena
Salgamos a escena, arriba el telón.
No permitamos que nadie nos robe las esperanzas de ver aplicaciones de buenas y correctas políticas públicas, que beneficien realmente a la sociedad donde vivimos.
No permitamos que nadie nos robe las esperanzas, de ver un día a políticos, militares y civiles, condenados por haber dispuesto de los recursos del Estado de manera fraudulenta bajo el manto de la corrupción. Despiertos para que la impunidad nunca vuelva a crecer en nuestro país.
Que nadie nos robe las esperanzas de luchar de manera denodada y abierta contra toda forma de injusticia, abusos, cercos y amenazas de una libre expresión del pensamiento, dentro de las leyes establecidas.
Lo mejor para todos, en este año que recién comenzará.