Pasa el tiempo y muchos de nosotros, no alcanzamos a comprender, a entender, el papel o rol que nos corresponde hacer en la sociedad que nos ha tocado vivir.
Es verdad, que no podemos cambiar el sentido de rotación de la tierra y los otros planetas alrededor del sol, no podemos alterar, la consecución de las Estaciones ni la posición de los Puntos Cardinales menos, la alternabilidad de los días y las noches.
No obstante, podemos contribuir en el trabajo para alcanzar a construir una mejor sociedad con el debido respeto a las leyes, siendo nosotros mismos ejemplos o estandartes de aquello que deseamos realicen nuestros compueblanos.
Que no se cumpla en nosotros la sentencia que reza “del dicho al hecho, hay tremendo trecho”.
A veces y lo que es peor, damos señales muy claras de indiferencia, de no interesarnos en el país o en otras provincias incluyendo la nuestra, si lo ocurrido no nos afecta directamente o a algún familiar.
Nos tornamos apáticos y taciturnos como si viviéramos solos en medio de la jungla.
Si realmente fuéramos ignorantes, si libro alguno lo hubiéramos leído y entendido, si verdaderamente no conceptualizáramos, se podría entender la anomia existente.
Prestamos más atención, nos interesa sobremanera un hecho, no para sacar conclusiones y advertencias, sino muchas veces, por el morbo, el chisme, dar bolas a “rum runes”.
Nos inclinamos en saber el destino de la mujer que abandona al esposo por un “tíguere”, el hombre que la esposa persiguió hasta la cabaña, y pocos damos un vistazo siquiera a los informes que hablan de la deuda externa de la nación dominicana, a la podredumbre que se respira en ciertas instituciones estatales, a la desconfianza que inspiran muchos partidos políticos, iglesias, Fundaciones e instituciones oficiales, incluyendo organismos castrenses y policiales.
Cuando escuchamos expresiones desalentadoras como “este país se jodió”, “hace falta algo…” “no nos salva ni Dios que baje del cielo”…
Esta situación por la que atravesamos como país y conforme al cristal de los lentes, no llegó de la noche a la mañana. Procesos de descuidos, malamañas, corrupción, impunidad, desidia, dejadez, indiferencia, fueron los fertilizantes empleados.
¿Dónde estabas tú, que viste llegar esas golondrinas viajeras y no alzaste tu voz ni moviste siquiera tus manos para espantarlas?
¿Dónde estabas tú, cuando Marcha Verde reclamaba en las calles? ¿Indiferente y silencioso?
¿Dónde estabas tú, cuando se luchaba por el 4%? ¿Indiferente y silencioso?
¿Dónde estabas tú, cuando se reclamó transparencia en los trabajos de remodelación del Centro Histórico de nuestro Puerto Plata? ¿Indiferente y silencioso?
¿Dónde estabas tú, cuando se reclamaba la transparencia en la llamada “arena del Malecón”? ¿Indiferente y silencioso?
¿Dónde has estado tú, durante el reclamo de transparencia sobre el lugar para la instalación de lo que será el relleno sanitario para la ciudad de Puerto Plata? ¿Indiferente y silencioso?
En esas condiciones, ¿Deseas ser Alcalde, Regidor, Diputado o Senador? ¡Tienes que revisarte!
Nosotros también como simples ciudadanos tenemos que revisar nuestras indiferencias y silencios, para que no llegue el día en que escuchemos de nuestros hijos y nietos, ¿Dónde estabas tú?
ramiro_francisco @yahoo.com