LA CAPACIDAD DE VOTAR -IX

Ultima Actualización: viernes, 02 de septiembre de 2016. Por: Angel Artiles Diaz

No estaría de más establecer las vías para que surjan las sugerencias para encontrar la solución satisfactoria al problema.

¿Qué hacer con las creencias irracionales que profesa el votante común, el mayoritario? Es una interrogante que debiera formar parte del orden del día de la próxima asamblea del partido responsable.  Analizar el comportamiento electoral como resultado de las estrategias utilizadas, que cada opinión tenga peso específico por liviana que parezca, dejar que los de abajo disientan, buscar la explicación de por qué se reduce el alcance de la democracia ante el avance avasallador de la economía de mercado.

Aplicar principios heurísticos. No estaría de más establecer las vías para que surjan las sugerencias para encontrar la solución satisfactoria al problema; las reglas heurística, señalan los medios para resolver el problema; las estrategias heurísticas, permiten organizar los materiales o recursos compilados que contribuyen a la búsqueda de la solución del problema. Principios reglas y estrategias heurísticas. He ahí un buen comienzo para la solución.

La partidocracia latinoamericana, la de los partidos que confunden las farolas con la luna, pagan las consecuencias que se derivan de esa confusión que los mantiene desorientados, sin sentido de dirección, sin norte ni sur. Si tan solo se preocuparan por dominar el factor explicativo del voto, por reforzar la capacidad para reestructurar el órgano aglutinador (el partido); pero no, pasados los torneos electorales, se refugian en sus invernaderos de grandeza y a pesar de sus laureadas intelectualidades, crean una zona de confort y piensan que tendrán mejor suerte “la próxima vez”.

¿Qué papel desempeña la ideología en la explicación del voto? ¿Cómo convencer a los representados de que la mejor opción es el modelo de partido responsable? Luna y Zechmeister, 2005; Otero y Rodríguez, 2010, aportan ideas practicas acerca de ¿qué hacer, con la efectividad de los vínculos ideológico-programáticos, cómo hacer para que el modelo de partido responsable, sea el más próximo al votante común?

¿Cuál será el instrumento esencial, que debe utilizar el modelo de partido responsable? La estructura ideológica, el clientelismo o la aventura de un carisma circunstancial? ¿Cómo achicar la distancia entre la élite y el elector mayoritario, cómo establecer la conexión que se convierta en voto, en un factor estructurante de votos?

¿Cómo podrán esas elites ideológicas convertir sus ciencias en programa político de acción, que genere el voto ideológico, que maximice los afectos electorales? (Enelow y Hinich, 1984; Hinich y Munger, 1994).

El universo partidista latinoamericano, ofrece una apreciable variedad,  la mayoría de modelo tradicional, sin ideología y casi todos personalistas, como un bien sucedáneo que llena el vacío  ideológico-programático (Coppedge, 1998; Rosas, 2005; Ruiz, 2007; Kitschelt et al., 2010). Esa realidad se ha sistematizado y solo se opone a ello el modelo de partido responsable,  con la faltriquera repleta de ideologías que no saben comunicar, mientras los no ideológicos le tienden la cama para que duerman el sueño de su grandeza.

Y se prostituye la calidad de la representación congresual y municipal, lo que genera un Estado de Derecho  que garantiza la perpetuidad de la estulticia, dejando en la lejanía la efectividad electoral que debieran obtener los partidos de los vínculos ideológicos; que no saben, con su congruencia ideológica, estructurar masas de votantes, posesionarse, maximizar los apoyos, porque hasta la saciedad se ha demostrado, que no tienen método para establecer el vínculo ideología-voto, que no tienen conciencia de los cambios generados en la sociedad de hoy por la influencia de los más media (la informática) como forma moderna de movilización social.

Cualquier muchacho, con un smart-phon a mano, convoca una multitud a una plaza pública, mientras un “relacionista público” con corbata a cuadros, va de noticiario en noticiario, repartiendo notas de prensa, con abrazos y sandwichs de jamón y queso, para decir que el candidato personalista tiene una afección gripal, que le impedirá llenar de saliva los micrófonos en el mitin de mañana, por lo que pide una cadena de oración para que la virgen santísima le devuelva la salud a tan pluscuanperfecto candidato.