Tras su retirada del baloncesto, Jordan sorprendió al mundo del deporte firmando un contrato con Chicago White Sox, un equipo de béisbol de una liga mayor, la American League, según Jordan el motivo de comenzar a jugar al béisbol era por una vieja promesa que hizo con su padre, recién fallecido.
Jordan comenzó a entrenar en verano y el 31 de marzo de 1994 fue asignado al equipo.[28] Los White Sox era otro equipo en propiedad de Jerry Reinsdorf, el propietario de los Bulls, quién continuó honrando el contrato baloncestistico de Jordan en sus años dedicados al béisbol.[29]
Fue parte de los Chicago White Sox por el espacio de 17 partidos en las ligas mayores antes de ser bajado a las ligas menores (Birmingham Barons). La carrera de Jordan en Birmingham Barons, un equipo afiliado a los White Sox, no fue nada espectacular, y pronto decidió colgar el bate para regresar a la NBA.
"He vuelto": Regreso a la NBA [editar]
En la temporada 1993-94, los Bulls sin Jordan obtuvieron un sorprendente récord de 55-27, siendo eliminados en segunda ronda de playoffs por New York Knicks. Pero en la 1994-95, la versión de los Bulls no era ni una sombra de lo que había sido los dos años liderados por Michael Jordan, ya que a mitad de temporada estaban luchando por un puesto en playoffs, consiguiendo finalmente una racha prodigiosa que les salvó del abismo. Esta recuperación llegó con el regreso de Jordan a la NBA, y por lo tanto, a Chicago.
El 18 de marzo de 1995, Jordan anunció su vuelta al NBA por un boletín de prensa de tan sólo dos palabras: I'm back ("He vuelto"). Al día siguiente, Michael jugó el partido con el dorsal 45 (su número con los Barons), ya que su clásico 23 había sido retirado en honor a él mismo. Su debut en la temporada se produjo en Indianápolis ante Indiana Pacers, anotando 19 puntos pero sin poder evitar la derrota.[30] Aunque llevaba un tiempo sin jugar, encajó 55 puntos a los Knicks en el Madison unos días después de su vuelta a las canchas, el 29 de marzo de 1995.
Condujo a los Bulls a un récord de 9-1 en abril de ese año, llevándolos a playoffs. Chicago avanzó hasta semifinales de conferencia ante Orlando Magic, serie en la que Jordan promedió 31,5 puntos por partido, pero perdió los dos últimos balones del partido definitivo, algo a lo que nadie estaba acostumbrado, Jordan no estuvo a la altura. Los Bulls cayeron eliminados en seis partidos.
Tras el primer partido de la eliminatoria, Nick Anderson declaró que "no se parecía al Michael Jordan de los viejos tiempos".[31] Por ello, un extra-motivado Jordan volvió a utilizar su dorsal 23 de nuevo. Mientras esta acción pudo haber sido una tentativa de recobrar su misterio y predominio, le costó una multa a la franquicia ya que no se avisó a la NBA de un cambio de dorsal.
Ese verano Jordan se entrenó con más rabia que nunca, la antesala del que iba a ser uno de los mejores años de la historia de un equipo en las ligas profesionales americanas.