El mundo se está volviendo cada vez más globalizado y diverso. Esta diversidad, impulsada por la migración y las políticas de fronteras abiertas, ha llevado al surgimiento del multiculturalismo en muchas sociedades incluyendo la nuestra.
Las fronteras abiertas como las de algunos países de Europa, dan paso a una filosofía que reconoce y valora la diversidad cultural dentro de una sociedad, promueve el respeto mutuo entre las diferentes culturas.
El multiculturalismo puede enriquecer a una sociedad de varias maneras, como la promoción de la diversidad y la inclusión, el fomento de la creatividad y la innovación, la mejora de la comprensión y la tolerancia entre diferentes grupos culturales.
Las políticas de fronteras abiertas permiten la libre circulación de personas entre países. Estas políticas pueden tener varios impactos sociales. Las fronteras abiertas pueden promover la diversidad cultural, mejorar las oportunidades económicas y fomentar la cooperación internacional.
Sin embargo, estas políticas también pueden presentar grandes desafíos, como por ejemplo la integración de diferentes culturas, la gestión de conflictos culturales y la preservación de la identidad cultural, la seguridad nacional tomando en cuenta que la cultura del país receptor de las migraciones puede diluirse exponencialmente. A eso agregar los servicios públicos sobrecargados como la atención médica, la educación y la vivienda, todo esto sin cuantificar la carga económica que esto representaría para países en vías de desarrollo como el nuestro.
Algunos defensores de los derechos humanos han externado estar a favor de las fronteras abiertas desde una perspectiva basada en principios de igualdad y libertad, sugiriendo que las restricciones fronterizas pueden ser injustas.
El multiculturalismo y las políticas de fronteras abiertas son aspectos de nuestras sociedades modernas. Aunque presentan desafíos las medidas fundamentales para países como este son la defensa de la soberanía Nacional y la protección a los ciudadanos.