El lunes 11 de diciembre del 2023 se reabrió la frontera dominico-haitiana que desde el pasado 23 de octubre de este mismo año se mantuvo cerrada por razones que no han variado. A principio del cierre toda la nación dominicana se indignó con la acción del país vecino por el inicio de la construcción de un canal que desvía el caudal del Rio Masacre hacia territorio haitiano, el rio nace en Loma de Cabrera.
Hasta la fecha y paradójicamente son nuestros vecinos los que al parecer dictan las reglas del juego cuando les conviene. Y el comercio dominicano de los pueblos fronterizos con el grito al cielo por lo abrupto que fue el cierre y la lentitud para reanimar el intercambio comercial por la no apertura de la nación haitiana, tanto en Dajabón como en Jimaní y otros puntos de intercambio o los llamados mercados bilaterales.
Da la impresión de que los sectores que dirigen el pueblo haitiano no les interesan el intercambio comercial tanto como a los dominicanos de las provincias fronteriza.
Tras varios meses la frontera se mantuvo cerrada provocando una variable significativa en la comercialización de ambas naciones, hoy se reapertura sin pena ni gloria y los principales clientes les tienen el portón cerrado.
La norma es que la soberanía de las fronteras es una facultad de cada país, cada nación tiene derecho a implantar y ejercer su autoridad en el territorio de su jurisdicción sin miedo y sin perjuicio eso aplica para ambas naciones.