Un simple acto

Ultima Actualización: domingo, 20 de agosto de 2023. Por: Maria Cristina Gonzales

El pasado domingo 13 de agosto correspondió a mi familia asistir al acto de recordación del Joven Puertoplateño Guillermo González Vargas, hermano inolvidable, al cumplirse 49 años de su apresamiento y posterior desaparición en San Francisco de Macorís.


Un acto emotivo con una gran asistencia para este tipo de actividades, lospresentes, simbólicamente representaron un universo de ideas, lealtades y respeto a la memoria del recordado Guillermo yde los valiosos izquierdistas quela Fundación Máximo Gómez expuso en fotografías para homenajear su sacrificioy no se olvidenen el tiempo.


Mientras el sencillo acto transcurría era imposible que mi memoria no se remontara a los escenarios del periodo 1970-1974 siendo adolescente no me escapaba a las miradas y observaciones de los que tenían la encomienda de vigilar nuestra casafamiliar, controlaban movimientos de forma descarada, el acoso de los calieses se volvió tan obvio que termínanos conversando con uno de ellos y le realizamos la pregunta inocente de porqué él se apostaba en la casa de enfrente durante horas, para saber si mi hermano entraba o salía. El me respondió que era su misión,aunque tampoco entendía nada de su trabajo, tuve la ‘frescura’ de hacerle la pregunta.


En finel sentido acto trajo consigo muchas interrogantes. ¿por qué no asistieronlos jóvenes que no fueran familiares? Y me dije tal vez aquí no hay jóvenes ni de izquierda, ni religiosos, ni de derecha, porque la antorcha no se les pasó a tiempo y hoy a los adultos mayores solo nos queda llorar los muertos y desaparecidos de ayer y de siempre sin que esta generación lo sepa. El caudillismo ha estado enraizado en nuestros líderes, los jóvenes siempre serán libres de creer, crear y cambiar como ellos entiendan, no como se les quiera imponer.