Al sonar las doce campanadas a las 12:00 de la noche del pasado sábado 31 diciembre claramente indicaba que finalizaba el viejo 2016, desde luego para dar paso a la llegada al 2017, Nuevo Año en el que todos los puertoplateños estamos esperanzado que sea muy diferente al recién finalizado.
Esperanzados en que las actuales autoridades civiles, militares y judiciales, de una buena vez y por todas den un cambio total en su actuaciones día a día, mayormente en las distintas funciones dentro de las instituciones públicas que cada uno de sus incumbentes representan en esta provincia.
Es prudente indicar que a nuestras autoridades no hay que vivir recordándole cual o cuáles son sus deberes con las ciudadanía puertoplateñas, por lo que entiendo no se le debe reiterar que deben tener pendiente que la carretera turística Gregorio Luperón desde hace muchos años no sirve, por igual que el estadio del béisbol José Briseño no tiene luces, razón por la cual los jóvenes nuestros no puede jugar en horas nocturnas.
Los funcionarios de Puerto Plata deben recordar en éste nuevo año que las mayorías de nuestros barrios populares no tienen sistema sanitario, pero además sus calles tampoco sirven, así como en muchos de esos sectores no llega el servicio del agua potable y cogen lucha para conseguir el preciado líquido, de igual manera que las comunidades de Guzmancito y Los Caños en Maimón tienen dos puentes con más de 16 años en espera de su terminación total por parte del Ministerio de Obras Públicas.
Estamos esperanzados en que nuestros funcionarios le comuniquen al Gobierno Central la imperiosa necesidad de construir a cuatro carriles la carretera Puerto Plata-Navarrete, la gran necesidad que tiene para el municipio de Sosua la construcción de su Hospital Municipal, que no se le tenga que recordar también que ya es obligatorio habilitar una Cárcel Preventiva, pero que en Cabarete hace muchos años sus habitantes esperan por la ampliación de la carretera.
También en la comunidad Romerico llegado a Villa Isabela, ya casi no se puede pasar debido a un enorme hoyo, ubicado en la misma zona por donde se descubrió el Nuevo Mundo, además en esa comarca no existe un simple puente mediante el cual se pueda comunicar a Luperón con La Isabela, entre otras muchas cosas que los puertoplateños estamos esperanzados de que nuestras autoridades le pongan interés y no haya que estar recordándoselas tantas veces.