¿Aquién beneficia el cambio de los libros textos escolares?

Ultima Actualización: jueves, 11 de agosto de 2016. Por: Carlos Manuel Ciriaco Teijeiro

El negocio de los libros de textos, ha hecho famosas y porque no, millonarios a sus propietarios, a imprentas de nuestro país.

Desde que tengo uso de razón, en nuestro país siempre hasido un dolor de cabeza para los padres, los responsables, cuando llega elinicio del año escolar, por la ya famosa “lista de libros escolares” quesiempre tienen/deben comprarle los padres a sus hijos, y más cuando la proleexcede de un miembro.

Los libros escolares, aparte de los útiles adicionales(lápices, mascotas, mochilas, loncheras, uniformes, entre otros) son parte delprograma y fuente de información primaria que es utilizada en los centros deenseñanza de nuestro país para educar a nuestros hijos, es por esa razón quelos padres se ven compelidos a comprar los que son designados a cada alumno delsistema educativo dominicano, porque son los que serán utilizados para laenseñanza de sus hijos en las escuelas públicas y colegios privados (lo de loscolegios privados, es otro tema para otro escrito). Ahora bien, si bien escierto que llegado el inicio del año escolar, como todos los años, siempre hasido parte de la preocupación de los progenitores porque aumentan los gastos enla economía del hogar y que, conlleva para un padre o madre cabeza de familiala adquisición de una larga lista de libros y útiles, no menos cierto es, queen cada inicio de año escolar las autoridades competentes, de maneramedalaganaria y sin reparar en que sus decisiones impactan de manera directa elbolsillo de miles y miles de Padres a nivel nacional, hacen “cambios” en loslibros de textos todos los años, haciendo que la preocupación, estrés ymanifiesto acto de rechazo hacia esas imposiciones, sin ninguna explicación ojustificación, nos ha llevado a preguntarnos:  ¿A quién o quienes beneficia que todos losaños se hagan cambios en los libros de textos escolares en nuestro sistemaeducativo?, ¿Cuál es la razón por la que si los libros utilizados en el añoanterior son los mismos que van a ser utilizados (en contenido y programa,porque sólo cambian las portadas o caratulas) el año siguiente, no pueden serutilizados nuevamente por los niños que cursarán el nivel que les corresponde enel uso de esos libros?

El negocio de los libros de textos, ha hecho famosas yporque no, millonarios a sus propietarios, a imprentas de nuestro país, que sonlas reconocidas e incluso especificadas en “las listas de libros” como las quedeben ser elegidas para las compras de los libros de textos que como bien hemosdicho anteriormente, serán utilizados en los programas de enseñanzas de nuestrasescuelas. Es por esta otra razón también, que nos preguntamos: ¿De cuántosmillones de pesos en ganancias para sus propietarios y, por qué no pensarlotambién, de manera indirecta para el ministro de turno que es quien dirige ytoma la decisión del cambio de los libros de textos, se estarían embolsillandoen cada inicio de año escolar en nuestro país?, ¿De cuantas imprentas o cualimprenta son o es la beneficiada todos los años para la adquisición de loslibros de textos por el cambio de los mismos en cada inicio de año escolar?,¿Quién o quiénes son los dueños de esa o esas imprentas?.

Quedándonos con las interrogantes anteriormente expuestas,abiertas y en el “aire”, queremos llegar a la conclusión de que algo anda muymal en nuestro país, aparte de todas las demás cosas que sabemos que andan mal,pero al negocio de los libros, sí, porque entendemos que es un lucrativonegocio en beneficio de unos pocos y en detrimento de la mayoría de lapoblación, alguien debe ponerle asunto.

Es por esa razón que vaya nuestra propuesta para que sea elPoder Legislativo desde donde emane una ley que obligue al Ministerio deEducación a revisar y cambiar, sólo si es necesario, los libros de textos porlo menos cada 5 años, así como, que sea implementado el uso de los mismoslibros de textos, tanto a nivel público como a nivel privado. También podríamosproponer que los libros de textos sean proveídos por el Estado, a través delMinisterio de Educación, bajo el cumplimiento de la ley de contratacionespúblicas del Estado, bajo licitaciones fiscalizadas, de manera gratuita a todoslos alumnos y en todos los niveles; pero a este problema se le debe buscar unasolución… ¡Es hora ya!