En tal sentido, República Dominicana fue convocada y como de costumbre, acude el jefe del Estado en su condición de presidente del país. Cabe destacar que el presidente de la República puede declinar dicha invitación en su Ministro de Relaciones Exteriores como máximo responsable diplomático del país, no obstante, es el mandatario quien dirige y traza la línea a seguir de la política exterior de acuerdo con la Constitución.
El presidente Luis Abinader acudió a la sede principal de la ONU en Nueva York acompañado de una buena representación diplomática encabezada por el canciller Roberto Álvarez. Dicho esto, recomendamos al Honorable señor Presidente que, en adición al tema con Haití, aborde temas de la agenda mundial como los conflictos en el Medio Oriente y Europa, así como el posible acuerdo de libre comercio que estaría por firmarse entre la Unión Europea y los países del Mercosur, con Brasil a la cabeza, y las posibles repercusiones a nuestro sector agrícola y las exportaciones hacia el bloque comunitario.
Exhortamos al señor Presidente a no quedarse anclado exclusivamente en el tema bilateral con nuestro vecino más próximo. La problemática de la migración irregular haitiana y la inseguridad interna en ese país es un tema uno a uno para República Dominicana, sin embargo, este asunto no representa una preocupación mundial, dado que hay países más pobres y con mayores problemas que Haití, como Afganistán, Sudán del Sur y Sierra Leona, razón por la cual no está en la agenda mundial.
De igual manera, la delegación de la República de Haití tiene, según la Carta Fundacional de Naciones Unidas, las mismas prerrogativas y derechos que República Dominicana para intervenir en su propio favor ante los ojos del mundo en la Asamblea General. Partiendo de este último dato, si República Dominicana quiere obtener mejores resultados en este punto, lo recomendable sería actuar en contubernio con la delegación haitiana y hacer un planteamiento común en busca de garantizar la paz y la estabilidad política, social y económica de dicho país para el bien común.
Asimismo, se recomienda a la diplomacia dominicana diversificar sus objetivos globales en un escenario mundial como lo es Naciones Unidas. Es un error de nuestra diplomacia ir repetidas veces, como admitió el presidente Abinader, a tratar el mismo tema año tras año. De ese modo se pierde respeto, reconocimiento internacional y autoridad.
Recordar que nuestra ubicación geopolítica es estratégica, ya que formamos parte del Caribe “Frontera Imperial”, y nuestras estrechas relaciones diplomáticas con las grandes y más poderosas naciones del mundo, como Estados Unidos de América, Rusia, China, Reino Unido, India, Japón, Canadá, Brasil, Israel y bloques como la Unión Europea, nos ofrece un abanico de oportunidades comerciales y políticas que puede hacer de nuestro país, más que un destino turístico, un país importante en la arena o tablero internacional. Recordar que en el presente año, que va por su tercer cuatrimestre, República Dominicana ha recibido la visita oficial de los jefes de la diplomacia de la Federación de Rusia y de Estados Unidos de América, Serguéi Lavrov y Marco Rubio respectivamente. Eso debe transmitir un mensaje al presidente Abinader y al canciller Álvarez.
Al presidente Luis Abinader le restan tres años de ejercicio gubernamental, por lo cual, de llevar a cabo estas recomendaciones, sin dudas relanzaría el país un 200% en materia de política exterior bilateral y multilateral.