Llenos de sinvergüenzas

Ultima Actualización: jueves, 12 de septiembre de 2019. Por: Luis Columna Solano

En la actividad política no es extraño observar difusos movimientos en cualquier dirección de un partido a otro, y, dentro del mismo, de una tendencia a otra.

Cuando usted pasa un radar a las actuaciones cotidianas  de la población dominicana, rápidamente se da cuenta que una gran parte, por no decir una inmensa mayoría, tiene como costumbre la impuntualidad. Esa situación es, sin lugar a dudas, un indicativo de subdesarrollo y ´tercermundismo´.

Por ejemplo, ver a figuras públicas del arte, la cultura, la política, la industria, la empresa privada, del gobierno, en fin, de todos los estratos sociales y fuerzas vivas de la Nación, andar como veletas de un sector a otro en busca de algún tipo de rédito, a modo de movilidad social, no deja de ser cuestionable en un país que se dice en vía de desarrollo.  

Para gran parte de nuestra sociedad, sin importar el género, es raro no tener la percepción de que llegar a un cargo público es sinónimo de aprovechar la oportunidad para intentar enriquecerse. “Te nombraron en aduanas, pues aprovecha y defrauda antes de que te quiten”. Una práctica como esa es sintomática de nuestra sociedad por la sencilla razón de que, del otro lado, nos encontramos con empresarios que emulan esa mala práctica, con el objetivo único de no pagar los impuestos correspondientes al fisco. Sin embargo, luego emiten comunicados, desde  sus respectivas patronales, exhortando al gobierno a luchar contra la evasión fiscal y el fraude.

En la actividad política no es extraño observar  difusos movimientos en cualquier dirección de un partido a otro, y, dentro del mismo, de una tendencia a otra. Un ejemplo clásico de ello es el comportamiento de Víctor Gómez Casanova, quien se dio a conocer al país como dirigente reformista, llegando a convertirse en Secretario General del partido fundado por Joaquín Balaguer. Aquel joven promesa que entonces no llegaba a treinta años, en un  acto sin precedentes, abandonó la posición y su partido para correr detrás del Partido Revolucionario Dominicano y su actual líder, atraído por la percepción de que el mismo ganaría las elecciones presidenciales en el 2012. Ahora, en su condición de funcionario público, está intentando entrar al Partido de la Liberación Dominicana, para, una vez dentro del mismo, aupar al presidente de la República. Evidentemente, mientras sea jefe del Estado.  

Ahora observamos con tristeza al destacado presentador Frederick Martínez, mejor conocido como “El Pachá”, arengando apoyos para el precandidato presidencial peledeísta Gonzalo Castillo, y exhortando al presidente Medina a levantarle la mano. Sin embargo, hace muy poco tiempo, decía que Leonel Fernández era su ídolo y paradigma a seguir. ¿Qué pudo pasar por la mente de este ciudadano que le hizo cambiar su preferencia política en tiempo récord? La respuesta está en el párrafo inicial.

En lo social y financiero, también es absolutamente normal perder un buen amigo por dinero. ¿Quién no ha perdido una buena amistad por un préstamo, ya sea como deudor o acreedor? Pero el problema mayor lo encontramos en la actualidad y que, 20 años más tarde, constituirá una gran preocupación para los psicólogos dominicanos. 

Se trata de la actual composición social que debería ser un referente a nivel académico, y la inserción o incorporación en el mercado laboral.  En esta parte, sí cabe destacar el género, dado que el 80% de la población actual universitaria, es femenina, y el 70% a nivel intermedio. Eso significa que las mujeres dominicanas se están preparando en los centros de altos estudios universitarios y técnicos; embargo, una mayoría del género “masculino”, una vez concluyen los estudios medios e intermedios, se compran una motocicleta y entran directamente al mercado laboral e informal como “motoconchistas” o “chiriperos” ambulantes.

En tal sentido, se advierte a corto, mediano y largo plazo, en el mercado laboral cualificado, una desigualdad  en el género, que se traduciría en serias dificultades en la composición de cientos de miles de nuevos hogares y familias que han de formarse por mandato divino, circunstancias propias de la existencia y las necesidades básicas del ser humano a consecuencia del machismo desafortunado que existe en República Dominicana.

Ese es un problema que el gobierno y el sector privado, a través de los recursos a su disposición, deben tratar con suma preocupación, o, al menos, intentar disminuir sus efectos negativos.