Hambre de diversión.

Ultima Actualización: sábado, 28 de marzo de 2020. Por: Elvin G. López Ca

Asumiendo que la historia en realidad se repite, una afirmación de la que todos tenemos decenas, si no cientos de ejemplos, el gran reto que tenemos al día de hoy no es exactamente cruzar esta tormenta.

Por: Arq. Elvin G. López Ca 

 

Hambre de diversión.

 

"Después de la desastrosa gripe española de 1918-19 y el final de la Primera Guerra Mundial, muchos estadounidenses buscaron entretenimiento sin preocupaciones, lo que facilitó la introducción de automóviles y la radio. Las mujeres jóvenes que podían votar bajo la Enmienda 19 se meneaban el pelo, frecuentaban bares clandestinos y bailaban en el Charleston. La economía se recuperó rápidamente y floreció durante unos 10 años, hasta que la inversión irracional inclinó a Estados Unidos y al mundo hacia la Gran Depresión. Probablemente, dado el comportamiento pasado, cuando esta pandemia haya terminado, los seres humanos responderán con la misma sensación de alivio y una búsqueda de comunidad, alivio del estrés y el placer."

Mary Frances Berry.

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Este es el pensamiento que he tenido en mente desde el día que entramos a cuarentena: todo va a estar bien. Un pensamiento que hoy, en el escrito de la Sra. Berry encuentro su mejor eco y sobre todo el mejor ejemplo de que si, la historia se repite.

 

Hemos escuchado mucho de la Pandemia del 18 y los millones de personas que murieron, pero lo que, al menos yo, no había conectado, es que sucedió justo antes de los "roaring 20's". La década de los 1920, objeto de gran admiración por muchos de nosotros, es la misma que dio nacimiento a grandes pensadores, nuevos movimientos arquitectónicos, nuevas industrias, nuevos millonarios y que sólo se vio eclipsada por la imprudencia en el manejo de nosotros mismos culminando con la gran depresión.

 

Asumiendo que la historia en realidad se repite, una afirmación de la que todos tenemos decenas, si no cientos de ejemplos, el gran reto que tenemos al día de hoy no es exactamente cruzar esta tormenta, es entrenar y preparar nuestra prudencia para lo que viene después. El tiempo que vamos a durar para retomar nuestra confianza hacia el mundo, esa necesaria para poder alimentar nuestra "hambre de diversión" va a ser mayor que el tiempo que eventualmente duremos en cuarentena, y ese tiempo sí que puede afectarnos de muchas otras maneras que no se van a limitar a nuestra salud.

 

Así que, por favor, si usted tiene restaurantes o sitios de comida, vive del turismo hotelero o de cruceros, o es arquitecto y construye, prepárese. El deseo de diversión del ser humano y su hambre de libertad lo va a llevar a su restaurante, el deseo de viajar y conocer el mundo va a hacer que los hoteles y cruceros se rebosen de turistas, y a usted amigo constructor, prepárese, que en par de años podremos estar haciendo rascacielos como sucedió en NYC de los 20.

 

Hoy, en más de una o dos generaciones, tenemos la oportunidad de reiniciar la carrera de vida que ya llevábamos, esta vez con la historia muy a favor de nosotros. Cabeza arriba y pecho al frente, que de toda gran crisis viene una gran oportunidad. No deje que el pánico y el desconocimiento le tape los ojos y no le permita ver todo lo que viene.