Nuestra defensa al Río Bajabonico de Puerto Plata

Ultima Actualización: lunes, 07 de octubre de 2024. Por: Guillermo Castro

Desde el nacimiento de nuestro programa radial Revista 99, hace ya 26 años, hemos abrazado la causa de defender este importante ecosistema.

Un ecosistema es un conjunto de seres vivos en un área determinada que interactúan entre sí y con elementos abióticos (no vivos) como el suelo, la roca, la arena y otros.

Entre los seres vivos (bióticos) de un río se encuentran plantas, animales, hongos y otros microorganismos que forman parte de su biodiversidad.

Conscientes del daño que sufren los ríos en nuestro país, y en particular el río Bajabonico, decidimos alzar nuestra voz para llamar la atención de la población y las autoridades, con el objetivo de evitar la desaparición de estos recursos naturales.

El río Bajabonico nace en la comunidad de Los Pomos, en Altamira, y sus aguas emergen del macizo montañoso del Pico Diego de Ocampo, declarado Monumento Natural.

A pesar de que quizás no hemos logrado que la comunidad tome conciencia de la importancia del medio ambiente para nuestra existencia en el planeta, nos mantenemos firmes en nuestra campaña en favor de la vida.

Particulares y dueños de compañías de agregados, conocidas como granceras, han causado daños graves al río Bajabonico, alegando contar con permisos del Ministerio de Medio Ambiente.

Este recurso natural se ha visto amenazado en diversas áreas, incluyendo las comunidades de Don Dieguito, Barrancón y Saballo, por donde discurre su cauce.

Se recuerda que en una ocasión, los habitantes de la comunidad de Saballo, municipio de Imbert, con machetes en mano, impidieron que vehículos pesados de la grancera SABINSA penetraran en el río para extraer material. Este episodio se conoce como “El Grito de Saballo”.

Voces autorizadas de personas e instituciones ambientalistas, como el padre Rogelio Cruz, han alzado su voz en defensa del río Bajabonico, pero las autoridades de Medio Ambiente han permanecido en silencio.

Durante una visita al río, el padre Rogelio, tras concluir su inspección, lanzó una alerta sobre el deterioro del afluente y recomendó la intervención inmediata del Ministerio de Medio Ambiente para salvarlo.

Lo que resulta extraño es que, a lo largo de los 26 años que llevo pidiendo que se detenga el daño a este afluente, los únicos intereses que me han confrontado son los de algunos compañeros de la prensa.

Sin embargo, he optado por el silencio, evitando confrontaciones con ellos, pues mi único propósito es defender el río, no pelear contra nadie. Naturalmente, aquellos que dañan el río se verán afectados.

La gente en la calle y a través de mensajes de WhatsApp me preguntan por qué algunos compañeros defienden rabiosamente a las granceras.

Mi respuesta es sencilla: lamento que eso esté ocurriendo.

Es importante mencionar que cuando comenzamos nuestra defensa del río, hace 26 años, las granceras no esperaban contar con periodistas a su favor; de hecho, solían verlos como un obstáculo a sus intereses.

No obstante, por el simple hecho de expresar mi lamento por la defensa de este crimen por parte de algunos colegas, uno de ellos me enfrentó e intentó ofenderme y difamarme.

A ese colega, que nunca ha querido dar la cara como principal defensor de SABINSA, le ofrezco mi perdón. Estoy convencido de que algún día tomará conciencia y se unirá a la defensa del río Bajabonico, que es garantía de vida para las presentes y futuras generaciones.

 

Por: Guillermo Castro