La promoción “Vivencias 94” del colegio San José celebró el pasado sábado su 30 aniversario. Con una misa oficiada por el padre Jesús Miguel Castellano y un posterior encuentro festejado en el hotel Blue Jacktar, más de treinta y cinco exalumnos disfrutaron de un viaje de treinta años de historias plagados de reencuentros, emociones e inolvidables momentos.
Una de las sorpresas de la noche fue la participación de Sor Antonia Abinader quien fuera maestra a cargo de los antiguos estudiantes de la institución Sanchina. “Vivencias, para mí, es un grupo inolvidable. Ustedes han sido muy exitosos en la vida, pero yo quiero que hoy piensen en el éxito espiritual, ese deseo de mantenerse siempre en la presencia de Dios y manteniendo los principios que le inculcaron las hermanas y profesores en el Colegio San José”, indicó.
Por su parte el sacerdote Castellanos, en su homilía, recordó las experiencias del retiro espiritual que dirigió con la promoción en el 1993 y expresó su satisfacción como guía espiritual al ver que tres décadas después la amistad entres los alumnos se ha fortalecido y han continuado unidos compartiendo las victorias y derrotas como la familia que forjaron. “Nuestra misión no sólo fue educarlos en la fe, también fue dirigirlos en las buenas obras e intenciones e inculcar en ustedes el sentimiento de amistad y yo como hombre entregado a la iglesia, doy gracias a Dios por ser testigo al ver que esa amistad se ha transformado en hermandad que hoy los mantiene unidos en sus convicciones, en cómo se han apoyado en todo momento por tres décadas hasta formar la familia que son hoy en día”, expresó.
Para los miembros de la promoción “Vivencias 94” el nombre escogido en su momento fue una premonición de los años por venir. Treinta años de historia guardan miles de pequeños momentos que se atesoran en el alma y mantiene un legado que se transmite a nuestros hijos.
La celebración fue una muestra concreta de que a pesar del paso de los años jamás se han olvidado que son resultado de quienes forjaron y formaron sus caminos y quienes moldearon su vida con los valores que hoy exhiben. Crecer juntos no fue casualidad, es un destino que estaba diseñado por Dios.
En nombre de toda la promoción “Vivencias 94” les damos la gracias a los organizadores y todas personas que hicieron posible el encuentro y prestaron sus servicios para la noche sea inolvidable.
Gracias infinitas.