En la actualidad estamos “sobre informados” y es increíble como a pesar de esto, con los temas relevantes pasan dos cosas:
1- O no se hablan y se manejan con hermetismo.
2- O se mencionan tanto que dejamos de prestarle atención y darle la importancia que merece, como es el caso de la salud mental.
¿Dónde estamos parados como individuos con respecto a la salud mental? ¿Cómo manejamos este tema en la sociedad dominicana?
Desde mi punto de vista, entiendo que a pesar de toda la información que recibimos, cada vez tenemos menos herramientas.
Muchos usuarios de redes sociales hablando del tema, profesionales en el área y otros no tanto, pero con la misma intención de ayudar.
Sin embargo, alguien que está pasando por situaciones difíciles emocional y mentalmente, no logra sanar con tan solo recibir consejo a través de una pantalla, pero, tener acceso a una consulta con un psicólogo no es tan fácil para una persona de recursos limitados.
Sabemos que, en el congreso de nuestro paísse sometió un proyecto de Ley para que los seguros médicos incluyan la salud mental en su cobertura, pero aún no pasa.
Esto sería un logro importante ya que solo un grupo limitado de dominicanos tienen la posibilidad de costear las terapias con un profesional en el área de psicología.
Más allá de eso, las generaciones anteriores a los milenials no recibieron educación al respecto y se les dificulta entender que el cerebro se enferma como lo hace el corazón, por lo tanto, no asimilan que este es un tema al que se le deba dar prioridad médica.
Mientras, como individuos debemos tomar acción y cuidar nuestra mente, leer mucho, educarnos, tener la apertura de hablar con nuestros seres queridos de lo que nos agobia, e ir a terapia si la condición mental lo requiere, aunque esto signifique un esfuerzo económico.
Debemos soltar el acelerador y detenernos a observarnos y observar a los demás, entender que la vida debe tener balance entre trabajo y descanso, entender que podemos tener todo y si nuestra cabeza no funciona bien todo está mal.