El civismo electoral es un aspecto fundamental en cualquier democracia. Se refiere a la conducta respetuosa y responsable de los ciudadanos durante los procesos electorales. En la República Dominicana, se espera que la ciudadanía exhiba civismo y prudencia al cumplir con su deber constitucional de votar.

Recientemente, se ha destacado el fortalecimiento institucional del país, con una Junta Central Electoral y un Tribunal Superior Electoral que respetan la Constitución de la República y las leyes 15-19 (Orgánica de Régimen Electoral) y 33-18, de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos. Esto ha llevado a un cambio en la percepción de la población hacia los procesos electorales, viendo los alegatos electorales como “pretextos infelices” y confiando en los resultados emitidos por las firmas encuestadoras.

Es importante recordar que el civismo electoral no solo implica votar, sino también respetar los resultados de las elecciones, participar de manera pacífica y constructiva en el debate político, y mantenerse informado sobre los candidatos y los temas en juego. En última instancia, el civismo electoral contribuye a la salud y la estabilidad de la democracia.

Los ciudadanos dominicanos en los últimos años han demostrado respeto y compromiso con el proceso electoral acudiendo desde temprano y de forma ordenada. No así los políticos que cada vez que tienen la oportunidad hacen lo posible por torcer la voluntad de los votantes.

Lo importante en esta oportunidad es que los ciudadanos asuman su derecho apegado a su intima convicción y elijan desde su conciencia.