Las actividades económicas, como todas las que emprende la humanidad deben coexistir entre sí; he sido y soy un abanderado del apoyo al crecimiento del Turismo en nuestra provincia pero, de lo que no puedo serlo es del desorden sin planificación creado con el improvisado e irrespetuoso cierre del entorno del Centro Histórico que ha trastornado de manera innecesaria el desenvolvimiento de la zona completa.
No es justo que por la falta de planificación y capacidad de nuestras autoridades para educar y controlar, sobre todo a los motoristas y pasoleros que de manera insolente transitan por las aceras de las calles del área en cuestión; quienes se dirigen a sus lugares de trabajo, otros a hacer gestiones de negocios y entrega de mercancías deban enterarse en el instante de que no pueden ingresar a la zona mientras el mensaje es : "estamos cumpliendo órdenes" y que nadie de la cara. Eso no es ejercer el verdadero poder.
Las autoridades del Cabildo, que son las designadas para que dirijan correcta y responsablemente la ciudad son los que tienen que velar por la organización del tránsito y, las del Gobierno Central, deben evaluar lo que acontece hoy martes 26 de marzo del 2024 en todo el entorno del Centro Histórico para que saquen sus propias conclusiones y futuras decisiones.
Mi sugerencia es que, en lugar de pasar los autobuses como si fuera un desfile por la calle Beller, se dejen los turistas en el malecón y/o en la avenida Caamaño y con sus guías y el despliegue de seguridad que hay hoy, se les permita caminar.
La fiebre no está en las sábanas, tomar decisiones es un acto de justicia y responsabilidad equilibrada.