Decía Séneca que quien pone limite a sus deseos alcanza la felicidad. Para los estoicos se puede ser feliz sin dinero, porque la felicidad es un sentimiento prolongado que viene de adentro,si se acepta que hay situaciones que no controlamos y que lo único que se puede controlar son los pensamientos, deseos y opiniones, no se trata de no tener sueños o ambiciones, se trata de aceptar y querer a la vida como venga.
Abrazar la vida, no significa no tener proyectos, ni desear, o no luchar por los bienes materiales, lo que propongo en estas líneas es que tal vez se dificulte alcanzar esos objetivos, ese no es el fin, aunque haya obstáculos, probablemente no se pueda cambiar lo sucedido, pero sí la manera de verlo, creo que si se quiere algo y no se alcanza se puede intentar sin aferrarse demasiado a los resultados positivos.
El disfrute está en los intentos y para mejorar nadie es pobre, la mayor riqueza es el continuo deseo de superar esos obstáculos. Con esto no se pretende que nadie sea pobre, porque tampoco la riqueza es garantía de larga vida, ni de paz para ejemplo ya se tiene a los que llenan sus arcas del erario y nada les impide morir como cualquier humano. La existencia tiene sus complejidades y dificultades, pero en la medida que pasan los años se aprende a tomarla sorbo a sorbo, respirar, sentirla y valorarla, porque sencillamente la vida es un regalo.