Damos la bienvenida a un nuevo año, con él a nuevos sueños y planes para lograrlos.
Es un acto de fe pensar que el 2024 será mejor que el año anterior.
La gran mayoría suele tener la esperanza puesta en este nuevo ciclo, casi en automático lo hacemos, esperamos deseosos el nuevo año para iniciar el gym, para emprender, para ver más a nuestros seres queridos, para ordenar la casa, para planificar un viaje.
Algunos aún sin la lista de deseos hecha, pero con el pendiente de hacerla antes de mediados de enero.
Pero, también está este otro grupo, que tiene bajas expectativas de este nuevo año, poca fe en que las cosas sean mejor, y ni pensar en alguna lista de deseos que por lo regular no se cumple según su pensar.
Sin ánimos de iniciar nada.
Cada uno tiene sus motivos y vivencias que le han hecho llegar a ese estado de ánimo, no intentemos imponerle al otro nuestro positivismo y entusiasmo, y si eres de los que está del otro lado, no quieras apagar la fe del que si la tiene.
Son tiempos difíciles y cada uno lo asume desde su realidad.
Feliz año queridos lectores, ojalá que sí tengan sueños que les motiven a despertar todos los días del 2024 con una nueva ilusión.