Existe un proverbio turco que define perfectamente la presentación del engaño y la mentira en la forma de hacer política, sobre todo cuando son candidatos y cuando ya obtienen el poder, el proverbio dice así. “Y los árboles votaron por el hacha otra vez porque el hacha era inteligente y los convencieron de era uno de ellos porque tenía el mango de madera”.
Durante las actividades de campaña los políticos a través de acciones y discursos nos venden sueños de que las cosas serán diferentes y los ciudadanos se ilusionan, al final pasan los días, meses y años.
El globo de la ilusión y la esperanza va perdiendo aire y mientras tanto los demás políticos que ya fueron gobierno siguen ladrando, jugando al olvido de la gente y los que nunca han sido gobierno, aletargados sin propuestas novedosas como si el discurso no fuera lo suficientemente motivador como para encandilar las masas y romper el círculo de poder entre políticos, empresarios y todas las hierbas que suman.
Los votantes deberán aprender a desconfiar pues de aquellos que se quedan solamente en las palabras amables que luego no transforman en hechos probables.