Aprender a responder NO cuando deseamos no hacer algo, podría ser más complicado de lo pensado.
La palabra tiene valor, no solo en los acuerdos, sino también en las interacciones cotidianas. El no quiero, el no puedo, no lo deseo, no lo hare, son decisiones que nos permiten desarrollar mayor autoconfianza, a su vez, ayuda a encaminarnos a dirigir nuestra vida.
No estamos obligados a responder que Si, un No oportuno evita posibles complicaciones y arrepentimiento.
Un No implica que en el futuro no nos veamos implicados en situaciones negativas de las cuales nos podamos arrepentir o pagar un alto precio.
En la medida en que nos aceptemos, nos valoremos, y nos queramos lo suficiente seremos capaces de valorar nuestros propios deseos y tomar como prioridad nuestras necesidades.
Ser uno mismo hace que los demás nos conozcan y aprecien tal cual somos, respetando nuestra forma de ser y de vivir.