Tema: La Verdad y la Mentira Al pintor y escultor francés de nombre Jean León Gèrome (11/05/1824 al 10/1/1904), se le atribuye haber escrito el cuento de la astucia que tuvo la mentira para disfrazarse de verdad, no hay evidencia de que el pintor haya sido un escritor, pero sus pinturas fueron tan ampliamente reproducidas, que el era posiblemente el artista de aquel tiempo más famoso, se destacó en pinturas históricas, mitológicas, griegas, orientales, retratos y otros temas.
Gracias al pintor francés, la leyenda de la verdad y la mentira ha llegado hasta nuestros días, como si hubiera sido un cuento escrito por él, pero en realidad se trata de una leyenda anónima, que el pintor tuvo el ingenio de representar en un cuadro, donde se ve a la verdad saliendo de un pozo desnuda, con cara de terror, y una fusta en su mano derecha, la interpretación que los artistas plásticos hacen del cuadro, es que podría ser perfectamente el resumen de que algún día la verdad saldrá del pozo, para fustigar a los mentirosos.
Es una leyenda fantástica, para reflexionar con nuestros familiares, amigos y compañeros de trabajo, sobre el valor de la sinceridad, nos ayuda a meditar el por qué algunas veces preferimos la mentira a la verdad. El pintor francés, creador de la leyenda, no podemos confundirlo con el artista plástico de nombre Jean Leon Gèrome Ferris (8/8/1863 al 18/3/1930), este fue un pintor estadounidense, mejor conocido por su serie de 78 escenas de la historia estadounidense titulada el defile de la nación, este artista ha sido el creador de todas las pinturas de la historia de los Estados Unidos de América.
Volviendo al pintor francés y creador de la fábula el cuento es el siguiente: cuenta la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron, Buen día dijo la mentira, Buenos días contesto la verdad, Hermoso día, Dijo la mentira, entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era. Hermoso día. Dijo entonces la verdad. – Aun más hermoso está el lago, Dijo la mentira.
Entonces la verdad miro hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió. Corrió la mentira hacia el agua y dijo… El agua está aún más hermosa. Nademos. La verdad toco el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira. Ambas se quitaron las ropas y nadaron tranquilas. Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.
La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla. Es así como aun hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo.