A pesar de seguir siendo la red social más importante y de hacer pequeñas renovaciones que hacen la diferencia, la realidad es que a Facebook le va a perseguir siempre el fantasma de la desconfianza, luego de la filtración de datos ocurrida el año pasado.
El cofundador y presidente del gigante tecnológico Facebook, Mark Zuckerberg, una vez más insistió que la red social no vendía los datos personales de sus usuarios, en un enésimo intento de acallar las críticas cada vez más recurrentes sobre la compañía.
“En los últimos tiempos han surgido muchas preguntas en torno a nuestro modelo económico, por eso quiero aclarar la forma en que funcionamos”, escribió Zuckerberg en una tribuna publicada por diarios como el estadounidense The Wall Street Journal o el francés Le Monde.
“Si nos comprometemos en servir a todos, entonces necesitamos un servicio que sea asequible para todos. La mejor forma de hacerlo es ofrecer un servicio gratuito, y eso es lo que la publicidad nos permite hacer”, explicó.
El multimillonario estadounidense aseguró que Facebook almacena los datos de sus usuarios para mejorar su experiencia. “Las personas nos dicen que si deben ver anuncios, éstos deben ser pertinentes para ellos”.
Pero eso no significa que la compañía venda los datos de sus usuarios, afirmó respondiendo a una de las críticas más habituales contra Facebook, sobre todo desde el escándalo Cambridge Analytica, un caso de intercambio de información personal sin el conocimiento de los usuarios y con fines políticos.
La compañía californiana no proporciona directamente los datos a los anunciantes o demás empresas, sino que cobra por permitir el acceso de esas empresas a los usuarios, clasificados gracias a la información personal que dan a la red social.
Facebook crea categorías con esos datos, por ejemplo, “personas a las que les gusta la jardinería y viven en España”, a partir de las páginas que les gustan o de los contenidos en los que pinchan”, indicó Zuckerberg, que reconoció que el modelo “puede parecer opaco”.
El empresario de 34 años respondió a otra crítica recurrente: “Nos preguntan si dejamos contenidos nocivos o conflictivos en nuestro servicio, con el fin de generar más tráfico”, lo que puede contribuir a difundir contenidos ofensivos o noticias falsas. “La respuesta es no”, dijo.
Según él, la red social no tiene interés en albergar ese tipo de contenidos porque no les gustan a los usuarios y, por tanto, tampoco a los anunciantes.
Las polémicas en las que se ha visto implicada la empresa le han salido caras en materia de imagen y también económicamente, ya que ha tenido que gastar miles de millones de dólares para limpiar la famosa red.
El gran reto. Este 2019 Facebook tiene muchos temas en carpeta. Un reto a corto plazo es tener un buen trimestre y mantenerse en cuanto a crecimiento e ingresos. Actualmente el grupo se ve afectado por los cambios de hábitos de los internautas y un efecto de saturación que frenan su crecimiento, aunque siguen aumentando sus ingresos y su número de usuarios.
Fuente Listin Diario